Julián Ezquerra
La demanda sanitaria crece al mismo tiempo que la capacidad para atenderla disminuye. Con un modelo obsoleto e inviable, el
Sistema Nacional de Salud habría llegado a su fin, en opinión de
Julián Ezquerra, que ya piensa en el futuro. Y es que, tal y como afirma en este nuevo capítulo del pódcast
'Desde mi atalaya', soluciones hay, aunque el tiempo corra en nuestra contra.
La inacción prolongada es lo que habría dejado sin vida al sistema actual, anclado en un modelo que
no se adapta a los nuevos tiempos y por tanto, es incapaz de dar respuesta a las necesidades asistenciales de la población y laborales en cuanto al colectivo sanitario.
En su opinión, el futuro debe apuntar a un sistema capaz de
amoldarse a un mundo cambiante, tanto desde el punto de vista de los trabajadores de la salud como de los propios pacientes, y lo suficientemente robusto y eficaz como para hacer que
perdure los próximos 25 años.
Bajas médicas sin firma física del facultativo
Esto exige reducir la burocracia e incorporar la inmediatez omnipresente en el día a día, con citas a demanda, una
historia clínica única y digital y la automatización de procesos como las
bajas médicas, eliminando
la necesidad de una firma física por parte del facultativo.
El
malestar se ha convertido, afirma, en un demoninador común de los profesionales sanitarios, materializado en las
sucesivas movilizaciones médicas que se han ido activando en distintos puntos del mapa nacional.
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Más allá de evitar abusos en las contrataciones, Ezquerra apuesta por la creación de
"plantillas flexibles" capaces de adaptarse a las necesidades y cambios que experimenta el sector, con un
marco normativo específico dentro de las condiciones establecidas para todos los trabajadores públicos. Pide, de igual manera, acabar con esas luchas "ajenas" entre colectivos, ampliando la
prescripción enfermera en ciertos terrenos, sin que esto interfiera con ciertas competencias asociadas a la profesión médica.
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