Por diferentes y variadas razones en muchos Médicos de los más de 13.000 Centros de Salud y Consultorios de España está creciendo la desmotivación. Hoy por hoy después de tantos y tan drásticos recortes la calidad asistencial que se presta a los pacientes se mantiene gracias a los grandes esfuerzos que realizan los médicos a diario, pero este esfuerzo tan continuado e importante está causando en muchos médicos –demasiados- una profunda desmotivación sobre todo porque no ven en los gestores un posible cambio en un futuro cercano.
En Atención Primaria los recortes presupuestarios han sido mucho más importantes que en otros ámbitos de la Administración: entre 2009 y 2012 se han recortado más de 1.270 millones de euros (el 11,8%), mientras que en el conjunto del SNS el recorte fue de 6.429 millones de euros (el 9,1%).
Estos recortes se suman a una política de insuficiencia presupuestaria crónica, tanto en términos absolutos como relativos: se ha pasado del 20,2% del presupuesto sanitario dedicado a primaria en el año 1982 a un escaso 14,8 en el año 2012… y sin duda en 2013 y 2014 estas pérdidas se han agravado.
Del mismo modo la plantilla de médicos de Atención Primaria resulta totalmente insuficiente, hasta tal punto que en el año 2013 más del 40% de la plantilla soportaban cupos excesivos que superan las 1.500 Tarjetas adscritas. Con la frecuentación media próxima a 6 consulta por tarjeta y año, este nivel de ratio y la falta de sustitutos en la mayoría de las ausencias hace que las consultas estén tremendamente masificadas a diario (más 40, 50 e incluso más pacientes/diarios) y en ciertas épocas del año desbordadas, con agendas de hasta 70 o más diarios y demoras de hasta más de una semana en demasiados casos.
Corremos el grave peligro de pasar de un SNS muy eficiente y barato (1.357 €/año en 2012) a simplemente ser un SNS barato, pues si perdemos eficacia y calidad asistencial no podremos hablar de eficiencia: Señores gestores, sin eficacia y calidad no existe eficiencia.
Pero los médicos de Primaria deben estar muy orgullosos, pues el gran nivel de eficiencia, el gran poder resolutivo (superior al 90%) y la gran calidad asistencia que se presta en los más de 13.000 Centros de Salud y Consultorios están consiguiendo que nuestro SNS siga siendo uno de los mejores del mundo a pesar de los grandes recortes aplicados. Pero, cuidado: el nivel de esfuerzo y dedicación que se está exigiendo no se puede mantener indefinidamente.
Es hora de recuperar el terreno perdido, es hora de recuperar la ilusión y el orgullo de ser Médico de Atención Primaria y es hora de exigir con todas nuestras fuerzas plantillas y presupuestos suficientes y realistas que permitan continuar con una Atención Primaria cercana, humana, de calidad y sin demoras.
Señores políticos, estamos a tiempo de poner soluciones, pero con urgencia, si la desmotivación llega a la mayoría de los Médicos de AP, todo el SNS estará en grave peligro.