El día 28 terminaron de elegir los 8.554 aspirantes a MIR que han superado la nota de corte en esta convocatoria, de ellos 1.654 han elegido Medicina de Familia, este año se han agotado todas las plazas.
Entre los 100 primeros puestos se han adjudicado dos plazas y entre los 500 primeros puestos se han adjudicado ocho plazas, desde que disponemos de datos en el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (año 2003) no se había producido un comienzo como este para la especialidad. Esto unido a que no han quedado plazas vacantes (el año pasado quedaron 108) es una buena noticia para la Atención Primaria y para el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Quiero felicitar a todos los que han elegido esta especialidad y muy especialmente a todos los que se lo han hecho entre los primeros puestos. Serán dentro de cuatro años magníficos especialistas, médicos que se dedicaran a las personas, serán la gran mayoría médicos de cabecera, irán a los domicilios de los pacientes, les atenderán durante toda la vida de una forma integral y longitudinal. Algunos trabajarán en las urgencias, otros en emergencias, en prisiones, en el Ejército… son muchas las plazas que pueden ocupar.
Enseñaran medicina a los estudiantes, harán educación para la salud, serán tutores de nuevos médicos de familia, tendrán un campo inmenso para poder investigar, muy distinto y amplio por las características de Atención Primaria que sigue a los pacientes durante toda la vida.
El perfil del Médico de Familia es el de un profesional para el que la persona es un todo integrado por aspectos físicos, psíquicos y sociales, vinculados a un contexto familiar y social concreto. Esto le permite llevar a cabo una atención continuada al colectivo de personas al que atiende, para elevar así el nivel de salud de las que están sanas, curar a las que están enfermas, y cuidar, aconsejar y paliar los efectos de la enfermedad cuando no es posible la recuperación de la salud.
La cercanía del médico de Atención Primaria, por la atención longitudinal que presta al individuo desde que nace hasta sus últimos días, hacen del médico de Primaria el abogado natural de la salud de sus pacientes y máximo exponente y representante de las características y compromisos del profesional médico.
Cuando terminen posiblemente tendrán muchas posibilidades de poder trabajar en el Sistema Nacional de Salud, pues en estos años el número de jubilaciones se va incrementando y como parece estamos saliendo de la crisis las Administraciones comenzarán a cubrir las plantillas con contratos dignos y estables.
Precisamente la salida de la crisis, debe propiciar que el presupuesto que se dedica a Atención Primaria comience a crecer en porcentaje sobre el total del presupuesto sanitario, pues en los últimos 30 años ha pasado de más del 20 por ciento a un escaso 14,8 por ciento en 2012. Será la única forma de seguir manteniendo los buenos resultados en salud que tiene España, que en buena medida dependen de los aproximadamente 30.000 médicos de Familia que trabajan en los Servicios Públicos de Salud y que solucionan más del 90 por ciento de las demandas asistenciales que llegan a los más de 13.000 centros de salud y consultorios en los que en el año 2012 se atendieron más de 213 millones de consultas ordinarias (en consulta y a domicilio) y casi 18 millones de urgencias médicas.
Nuestros políticos que llevan años y años hablando de potenciar la Atención Primaria, deben ya pasar a los hechos, pues de otra forma será prácticamente imposible hacer frente al reto que para el SNS supone el envejecimiento de la población y el incremento exponencial de la patología crónica, que sin duda se podrá atender con más eficiencia desde Atención Primaria y en el domicilio del paciente en colaboración con los servicios sociales.
Ya es hora también de que las Administraciones supriman toda la burocracia superflua, den acceso a Primaria a todas las pruebas diagnósticas necesarias para mejorar la eficiencia y faciliten el tiempo necesario para aumentar y mejorar la investigación y docencia en los Centros de Salud.
Bienvenidos y enhorabuena Laura, Pol, Julia, Adela, Inés, Laila, Celia, Miguel Ángel… y una larga lista, seréis médicos de las personas, con todo lo que implica la complejidad de la persona, que es mucho más que la suma de órganos, aparatos y sistemas.