Sorprenden las afirmaciones realizadas por la médico
Leticia Merino Esteban, accesibles desde el día 3 de noviembre en la sección de opinión (firmas invitadas) de la web de
Redacción Médica.
La firmante, con el pretexto de relatar su experiencia como
MIR de Medicina Familiar y Comunitaria en la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Valladolid Este, durante los años 2011 a 2015, transcurridos casi dos años y medio desde que concluyó su periodo de formación sanitaria especializada, vierte acusaciones muy graves, arrasa con todo y arremete contra todos: la
Gerencia de Atención Primaria de Valladolid Este, su Unidad Docente, su Jefe de Estudios y el Centro de Salud donde realizó su formación, incluyendo a los profesionales de su EAP y especialmente a su tutor principal; también embiste contra el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, su
Servicio de Urgencias y los profesionales que allí trabajan, y hasta con figuras inexistentes, como es el caso del “Viceconsejero de Sanidad de CyL”; para ella todos somos, despectivamente, esa
“gente”.
Afortunadamente, cada persona se retrata en su discurso, y esto queda bien patente a lo largo de todo el relato que firma Leticia Merino Esteban, incluso con certificación final, por si a alguien le quedaba alguna duda, cuando afirma que
“ahora grito y la gente me oye”, puesto que, al parecer, de eso se trata, de gritar con actitud antisistema contra todo y contra todos (hasta las retribuciones establecidas por el MSSSI son calificadas como “algo irrisorio”).
Sin embargo, debido a la gravedad de las acusaciones, y precisamente porque se han realizado a través de un medio digital con ilimitado potencial de difusión a receptores de muy distinta índole,
la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Valladolid Este desea puntualizar, al menos, los siguientes aspectos objetivos:
Leticia Merino Esteban escogió el
Centro de Salud donde se le proporcionaría su formación como médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, en el puesto decimocuarto, tras obtener el número de orden 10.925 en la prueba selectiva
MIR 2010 y detrás de otros
13 compañeros MIR que obtuvieron mejor número de orden. El procedimiento de elección respetó rigurosamente, en todo momento, la normativa establecida por el
MSSSI en dicha materia.
En lo concerniente a la autorización de permisos retribuidos para asistir a cursos, congresos y jornadas relacionados con la
Medicina Familiar y Comunitaria, Leticia Merino Esteban recibió idéntico trato que el resto de los residentes de esta Unidad Docente, donde es excepcional denegar dichos permisos, pues la asistencia a dichas actividades redunda en beneficio de la
formación complementaria de los MIR.
La evaluación de la adquisición de competencias y habilidades en la atención a urgencias y emergencias se realiza de manera participativa y consensuada por un amplio grupo de profesionales tanto del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico Universitario, como de los PAC de
Atención Primaria y de Emergencias Sanitarias de Castilla y León; y que Leticia Merino Esteban tuvo que realizar
tres –y no siete–
trabajos escritos por decisión del Comité de Evaluación, como consecuencia de no haber realizado los correspondientes cursos contemplados en el Programa Oficial de la Especialidad y estipulados, con carácter obligatorio, en nuestros criterios de evaluación, sobradamente conocidos por todos los residentes de la Unidad Docente.
Contrariamente a lo que afirma
Leticia Merino Esteban, la mayoría de sus diez compañeros de promoción que renunciaron a continuar realizando su periodo de formación sanitaria especializada, lo hicieron para presentarse de nuevo a la siguiente convocatoria MIR, al no ser la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria la primera de sus preferencias y alentados por el número de orden obtenido en la convocatoria anterior.
Tanto en la
Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Valladolid Este como en cada uno de sus 15 Centros de Salud docentes trabaja, con entusiasmo diario, un nutrido grupo de excelentes profesionales cuya misión es garantizar que los profesionales médicos y de enfermería en formación adquieran los conocimientos, habilidades y actitudes para el desarrollo de su especialidad, a través de la planificación, gestión, supervisión y evaluación de todo su proceso formativo. Esta afirmación se cumple, sin excepción, en el
Centro de Salud donde realizó su formación Leticia Merino Esteban.
Esta Unidad Docente ha formado, desde su creación, con resultados muy satisfactorios, a más de
500 MIR de Medicina Familiar y Comunitaria, incorporando desde el año 2012 el ilusionante reto de la formación de EIR de Enfermería Familiar y Comunitaria. La inmensa mayoría de todos ellos concluyeron con éxito y gran satisfacción su periodo de formación y son hoy magníficos profesionales. Sirva como ejemplo que, precisamente una de las compañeras de promoción de
Leticia Merino Esteban, fue destacada con uno de los premios del Programa 2015 de reconocimiento e incentivación de profesionales que finalizan su residencia en los centros e instituciones sanitarias de la
Gerencia Regional de Salud de Castilla y León.
Nuestra Unidad Docente ha obtenido buenas valoraciones en las encuestas anuales de satisfacción del residente, destacando especialmente la valoración que los residentes otorgan a los tutores que realizan su labor docente en nuestros
Centros de Salud, con puntuaciones que nos sitúan entre las Unidades Docentes de Atención Primaria mejor valoradas en nuestra Comunidad Autónoma en este aspecto. Asimismo, queremos dejar constancia que el tutor principal que tuvo
Leticia Merino Esteban es un excelente profesional y un buen docente que contribuye con su labor diaria a la consecución de estos resultados.