Triste pero real. En España, y dada la situación del sistema sanitario, desde hace años, para muchos profesionales de Enfermería, cuidar de los pacientes, o al menos intentarlo, con las condiciones laborales existentes y la falta de plantilla de los centros sanitarios conlleva que la salud de los enfermeros y enfermeras de este país se resienta.
Así lo perciben ellos y así lo denuncian a través del Estudio de percepción del estrés en los profesionales de Enfermería en España. Comparativa 2012-2017. En él muestran que ocho de cada diez están estresados, desmotivados, agotados emocionalmente y padeciendo síntomas específicos de estrés.
¿De quién es la culpa? Según las administraciones sanitarias es de la crisis. Según el Sindicato de Enfermería, de la falta de implicación de la Administración Sanitaria para paliar unas deficiencias del sistema sanitario que se vienen denunciando desde hace años y ante las que “los que mandan” (en todos los niveles), hacen caso omiso porque el trabajo sale adelante y nuestros profesionales se esfuerzan a costa de su salud para atender a sus pacientes.
Esas autoridades sanitarias se vanaglorian de las estadísticas de atención sanitaria, de intervenciones quirúrgicas y, según nos cuentan, de mejoras en las listas de espera. Lo que no cuentan es que el sistema sanitario se cae a pedazos porque están dejando que la salud de sus profesionales se deteriore y están llevando a sus profesionales al límite.
Un sistema sanitario en el que los gestores no hacen más que incidir en la importancia de la seguridad de los pacientes, pero ¿me puede alguien aclarar cómo se puede garantizar la seguridad de los pacientes cuando la escasez de plantillas es tan grande que está incluso afectando a la salud de los pocos profesionales que están trabajando?, ¿me pueden decir cómo pueden garantizar la seguridad de los pacientes si no son capaces de cuidar de la seguridad de los profesionales que tienen que cuidar de ellos?
Ya está bien de abusar de la profesionalidad de miles de enfermeros y enfermeras que cada día se empeñan en hacer sostenible la sanidad de este país. Ellos lo hacen porque en realidad, son los únicos que no ven números en el Sistema Sanitario. Ellos ven a Juan, Antonia, María, Ana, Rafael…, ellos ven a las personas con nombres y apellidos, personas enfermas que necesitan de sus cuidados porque su salud depende de ellos y es por ellos, por Juan, Antonia, María, Ana, Rafael… por los que, aún a costa de su salud, se siguen esforzando cada día.