Hace apenas una semana el Consejo de ministros ha aprobado el
traspaso al País Vasco de la competencia para homologar títulos y estudios extranjeros en enseñanzas universitarias, una transferencia que será una realidad a partir del 1 de julio de 2024, y que supone un grave riesgo en materia de igualdad en la atención médica en nuestro país.
En el año 2024 y dentro de un marco europeo, las iniciativas deben de ir encaminadas a una armonización de estándares en toda Europa y no hacia una atomización de criterios y requisitos. Una
divergencia en los procedimientos de homologación entre las diferentes Comunidades Autónomas no solo puede generar confusión y obstáculos para los profesionales de la Medicina, sino que también puede socavar la igualdad en la calidad de la atención médica ofrecida en todo el territorio nacional.
Es crucial reconocer que la Medicina es una profesión que
requiere estándares de excelencia y competencia constante, independientemente de la región en la que se ejerza. La falta de homogeneidad en la homologación de títulos y en su gestión puede dar lugar a disparidades en la evaluación de las competencias y conocimientos de los médicos, lo que a su vez puede afectar negativamente a la calidad de la atención médica y la seguridad clínica.
"La falta de homogeneidad en la homologación de títulos y en su gestión puede dar lugar a disparidades en la evaluación de las competencias"
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Desde la profesión médica enfatizamos la importancia de que, en materia de homologaciones de grado, sea el Ministerio, el único que tenga todas y cada una de las competencias y trabaje en
armonizarlas con el resto de los países que componen la Unión Europea, en la línea de trabajo de la profesión médica a través de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS) y la Unión Europea de Médicos Generales (UEMO).
Armonizar criterios con Europa
Esto permite establecer criterios claros y uniformes que garanticen la excelencia y la equidad en la formación de los médicos en España y en toda Europa. La medida recién aprobada va, exactamente, en
dirección contraria al propósito de la profesión médica europea de armonizar los conocimientos y competencias de todos los médicos con el objetivo de que puedan circular libremente y los ciudadanos europeos sean atendidos con garantías de seguridad y calidad.
De ahí, el rechazo, a priori, a esta medida. La homologación de títulos por parte de las Comunidades Autónomas plantea un desafío que va más allá de las fronteras regionales y que afecta a la Unión Europea. El manifiesto publicado por la Asamblea General de la OMC es un llamado a la
necesidad de una visión integral y coordinada de nuestro Sistema Nacional de Salud, con el objetivo último de garantizar una atención médica de calidad y equitativa para todos los ciudadanos españoles a través de una co-gobernanza que ha demostrado ser una fórmula adecuada y necesaria, bajo el liderazgo del ministerio de Sanidad.
En base al compromiso de la profesión con la sociedad y en
calidad de garantes de la habilitación profesional y del Código de ética y deontología de la profesión, desde la Organización Médica Colegial nuestro deber es velar por garantizar la seguridad y el derecho de igualdad en materia de atención sanitaria. Así lo venimos haciendo desde hace más de cien años y así lo continuaremos haciendo en la búsqueda constante de la excelencia en el cuidado de los más frágiles y quebradizos, los enfermos.