El diario El País aborda el complejo asunto de la eutanasia y la ‘muerte digna’ en sus páginas de este domingo a través de un caso personal. El periódico cuenta el caso de José Luis Sagüés, un madrileño de 63 años que padecía un adenocarcinoma de pulmón de cuarto grado, razón por la que pidió la sedación, que fue negada por el equipo médico de cuidados paliativos, dado que podía agravar su situación clínica.
“Ante la negativa del sistema a ofrecerle una salida (con la eutanasia prohibida, la única opción legal en España es una sedación terminal)”, escribe el periodista Emilio de Benito, Sagüés recurrió a la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), ONG que “apreció en el hombre un estado de angustia y deterioro que consideró suficiente para sedarle, aunque ello tuviera como efecto secundario acortar su vida”.
“No os creáis, me he tenido que meter de todo para aguantar esta entrevista. Hay veces que no puedo ni hablar”, explica en la entrevista. “Eso es lo que me pasa: cuando viene la médica de cuidados paliativos me dice que aguante, que todavía tengo la cabeza bien. Pero por eso mismo quiero irme ahora. No quiero esperar a consumirme, a perder la consciencia. Y ya me consumo, pero no les parece suficiente”.
Un empeoramiento que sufrió el domingo 26 le hizo adelantar el proceso, explica De Benito.” Médicos de Derecho a Morir Dignamente, que certificaron su estado de “angustia física y psicológica”, le aplicaron el correspondiente tratamiento el lunes 27. Falleció al día siguiente”.