El segundo trasplante de cara realizado por el hospital barcelonés Vall d’Hebron ocupa las principales cabeceras nacionales y regionales. Y es que el centro catalán ha realizado con éxito su segunda intervención de este tipo, siendo en esta ocasión una de las más complejas de realizar al tratarse de un paciente con un tumor en constante crecimiento formado por una desordenada masa de venas y arterias que le aplastaban la faringe, inutilizaban la lengua y le deformaban completamente el rostro, tal y como informa El Periódico. Cualquier gesto, rompía alguno de esos vasos y causaba unas peligrosas hemorragias por las que había de ser hospitalizado, operado y reanimado, siempre de inmediato.
La complejidad de esta intervención hizo que centros de referencia en Estados Unidos como la Clínica Mayo y Harvard declararon su mal inoperable, señala El País. El hospital de Barcelona asumió entonces este difícil caso, lo estudió y propuso una solución drástica: extirpar el tumor y todos los tejidos dañados, lo que le dejaría “un agujero tremendo, por lo que hacía falta un trasplante”, según ha explicado el Jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados, Joan Pere Barret.
Por su parte, El Mundo centra su información en el equipo humano que realizó la operación, efectuada por un grupo multidisciplinario de 45 profesionales y que duró 27 horas en las que al paciente se le trasplantaron dos tercios inferiores de la cara, el cuello, la boca, la lengua y la faringe.