Como es natural, los medios generalistas han recogido las palabras de Teresa Romero, la auxiliar de Enfermería infectada con ébola, tras haber recibido el alta médica. Y la mayoría de ellos recogen en su titular las mismas declaraciones: Romero no sabe qué pudo fallar para propiciar su contagio.
Así, El País y El Mundo titulan exactamente igual: “No sé lo que falló, ni siquiera sé si falló algo”. Por su parte, ABC y La Razón añaden una frase más, que da un sentido más completo a la declaración: “sólo sé que no tengo rencor”.
En lo que se diferencian más los medios es en las reacciones de los médicos. Mientras que El País destaca que se desconoce qué puede haber curado a Teresa –si el suero de la hermana Paciencia, el medicamento favipiravir o el propio sistema inmunológico de la enferma–, en el diario dirigido Por Casimiro García son más optimistas: “Por fin se ha podido salvar un caso de ébola”. Sin embargo, también señala que el miedo de la población a los profesionales implicados en los casos de ébola “ha sido brutal”, según la enfermera Esther Bellón, que ha señalado que “no he hecho un viaje debido a la coacción” de la gente.
Las ediciones digitales de los principales periódicos recogen ya los primeros momentos de Teresa Romero en Becerreá, el pueblo de su madre, donde se quedará a recuperarse. Nada mejor que los cuidados de su progenitora para que lo haga rápidamente.