El nombramiento de José Manuel Aranda, hasta ahora gerente del Hospital Reina Sofía de Córdoba como gerente del Servicio Andaluz de Salud, ha levantado cierta polvareda en el departamento que encabeza María José Sánchez Rubio, tal y como recogen las principales cabeceras.
El País señala que habrá que analizar el alcance de esta medida, puesto que a la salida, difundida primero como dimisión y luego confirmada como destitución, de José Luis Gutiérrez, máximo responsable del SAS desde 2008, le ha seguido la dimisión del gerente de los hospitales Virgen del Rocío y Macarena de Sevilla, Francisco Torrubia, que ha justificado su decisión en la necesidad de que se forme un nuevo equipo con la “complicidad necesaria”.
Tanto ABC como El Mundo recogen las palabras de la consejera, que ha recordado que "si alguien pensó que una persona es el centro del funcionamiento de un hospital o de una consejería, es que tiene una confusión enorme", añadiendo Sánchez Rubio que "eso hay que tenerlo claro, porque si no puede haber alguien que se crea imprescindible".
El País interpreta la destitución de Gutiérrez como un viraje en el modelo sanitario de la etapa de Montero. La nueva consejera, sin embargo, rechaza esta teoría y sostiene que el relevo en el SAS es un cambio natural, volviendo a incidir en que los “únicos imprescindibles” son los 95.000 trabajadores del SAS.