Pese a que Liberia fue declarada libre de ébola el pasado 3 de septiembre, un nuevo caso ha hecho a saltar las alarmas. El trabajo a contra reloj de los organismos internacionales por frenar la epidemia en los países africanos, principal foco de la enfermedad, se ha visto de nuevo obstaculizado. Tal y como informa El País, un nuevo caso aparecido en un barrio de Monrovia, la capital de Liberia, ha echado por tierra todas las esperanzas de dar por finalizada esta epidemia antes de finales del presente año 2015 y abre numerosas dudas respecto a la resistencia de este virus en pacientes curados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) vuelve a tener por delante un importante reto que creía ya superado: liberar definitivamente del virus a los países africanos. La OMS ya ha puesto en marcha toda su maquinaria con el objetivo de esclarecer por qué se ha producido el contagio. La aparición de este nuevo caso pone de manifiesto que las medidas llevadas a cabo aun no son las suficientes para acabar con la epidemia cuyo fin estaba a sólo 39 días. El Mundo afirma que el fin de la transmisión del virus en Liberia y Sierra Leona, y la ausencia de nuevos casos en Guinea Conakry habían iniciado un periodo de 42 días en los que, si no había ningún nuevo contagio, se declararía el fin de la epidemia.
Las autoridades de Liberia desconocen, por el momento, el motivo del contagio, pero están mucho más preparadas que hace un año para crear un cordón sanitario que impida la propagación de la enfermedad, según informa La Voz de Galicia. El periódico señala que el afectado es un niño de 10 años que enfermó el 14 de noviembre y fue hospitalizado en Monrovia tres días después.