Va a hacer ahora un año que el Gobierno español endureció el acceso a la asistencia sanitaria a través de la modificación del aseguramiento universal. Ahora es el Reino Unido el que se apunta a esta estrategia que, en el caso británico, parece tener más intención política que de ahorro.
El País lleva hoy el tema a su portada en un pequeño destacado: Reino Unido restringirá el paro y la sanidad a los extranjeros. ABC también le dedica atención: Cameron ‘cortará’ el paro, la sanidad y la vivienda pública a los inmigrantes. Para Reino Unido, casi todos los ciudadanos del mundo son inmigrantes, incluidos los pertenecientes a países de la Unión Europea. Particularidades de los hijos de la Gran Bretaña.
Las medidas de Cameron no parecen ir dirigidas a ganar ahorro o promover la sostenibilidad de los servicios públicos, incluida la sanidad, porque afectarán a una muy pequeña proporción de ciudadanos. Parece que su mensaje busca una movilización política para frenar el avance del Partido de la Independencia del Reino Unido, según detalla El País.
Hay más evidencias de que el endurecimiento del acceso a la sanidad es más político que económico. No es cierto que los inmigrantes procedentes de la UE exploten más que aportan al sistema. Así lo aseguran organismos tan solventes como el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social, cuyos datos revelan que su recurso a los beneficios sociales, o la carga que suponen para la red de sanidad pública, es netamente inferior a la de los propios británicos.
ABC destaca en su versión digital una frase de Cameron muy reveladora del talante del premir británico: “Algunos pueden aprovecharse de nuestra generosidad”.