Estados Unidos ha reconocido el error que supuso el ataque al hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad afgana de Kunduz, y en el que murieron 22 personas, incluidos 12 trabajadores de plantilla, y 37 fueron heridas.
Una vez aceptado la responsabilidad, el presidente de EEUU, Barack Obama, ha llamado personalmente a la máxima responsable de MSF, Joanne Liu, para pedir disculpas por el ataque. Así lo recogen varios periódicos, tanto en su versión en papel como en digital. Lo recoge El País a través de las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest: el presidente “se disculpó y ofreció sus condolencias por el personal de MSF y los pacientes que murieron y resultaron heridos”.
En Eldiario.es también se hacen eco de la noticia, y señalan que, acto seguido, Obama ha hablado con el presidente afgano, Mohammad Ashraf Ghan, para transmitirle igualmente sus condolencias.
Desde las páginas de El Mundo profundizan más en los hechos y destacan que este ataque puede provocar la marcha de las ONG que operan en la zona. “Es poco probable que los servicios médicos –tanto locales como extranjeros– estén disponibles para los ciudadanos afganos de a pie en estas zonas de guerra”, explica Ahmed Rashid. “Todos los médicos están huyendo de sus puestos”.
Las consecuencias del ataque al hospital de Kunduz, el único en esta ciudad de 300.000 habitantes, como señala Rashid en su texto, no han hecho más que empezar.