El Economista lleva hoy a su portada una información sobre nuevas condiciones del seguro de automóvil. Con foto de un coche retirado por una grúa, el periódico dice así: El pago por las lesiones más graves se multiplicará. Y añade en el subtítulo: La indemnización del seguro por quedar dependiente en un accidente pasa de 380.000 euros a 1,2 millones.
En efecto, tras cuatro años de vivos debates y un estudio en profundidad de la realidad de los siniestros de tráfico en España, la Comisión de Expertos, impulsada por la Dirección General de Seguros, trasladó a la Administración el pasado día 22 una propuesta que actualiza e enriquece el baremo que fija las indemnizaciones por daños personales en accidentes desde 1995. La información, firmada por E. Contreras, precisa que “en 20 años las tarifas apenas se han actualizado en función del coste de la vida. La propuesta depositada por una comisión que, por vez primera ha dado voz a las víctimas, junto al seguro y representantes de los ministerios de Economía, Justicia y Sanidad, replantea de raíz el sistema para adaptarlo a la nueva realidad socioeconómica".
En términos globales y si se extrapolasen los mismos daños, con idénticas víctimas, las aseguradoras tendrían que asumir un alza del 15,6 por ciento en la masa indemnizable global -hoy situada en unos 2.500 millones de euros- al aplicar el nuevo sistema, pero esta propuesta de expertos, que el Gobierno deberá decidir si asume de base para darle curso parlamentario, es mucho más.
En realidad, el nuevo proyecto da un vuelco profundo al modelo. En trazos gruesos, se refuerzan, hasta multiplicarse en ciertas situaciones, las compensaciones para los casos más graves, se reconocen daños a parejas de hecho y el quebranto patrimonial de perder al sostén del hogar o se otorga valor económico a amas de casa y jóvenes.