Los españoles son los ciudadanos del mundo con más posibilidades de salvar la vida por medio de un trasplante de órgano, tal como subraya este lunes el diario ABC en una entrevista al coordinador general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz.
Al lector le queda patente el porqué de ese privilegio: por una vez –se preguntará más de uno– España presume de un trabajo modélico en un ámbito tan sensible como el de la Medicina. Y es que Matesanz dirige la ONT desde 1989 y no ha parado de subir las tasas de trasplantes y de vidas recuperadas desde entonces, con especial eclosión de éxito en 2015.
¿Por qué el año pasado la ONT alcanzó su cénit histórico, en concreto en número de donantes (aumento del 10 por ciento, de acuerdo con el entrevistado)? Por el efecto de dos nuevas medidas que este último glosa a lo largo de la interviú.
En primer lugar, por la proliferación de una práctica espectacular: la extracción, con el debido permiso familiar, por medio de parada cardiaca controlada en casos de daño nervioso irreversible. Y en segundo, porque los médicos se han dado cuenta de la existencia de potenciales donantes más allá de la unidad de cuidados intensivos (UCI): también predominan en las urgencias e incluso en servicios especializados como Medicina Interna o Neurología.
A estas dos acciones se une la promoción de cursos de formación en trasplantes a los médicos de urgencias promovidos tanto por la organización que encabeza Matesanz como por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
En definitiva, se trata de una conversación con la principal figura española en el campo de los trasplantes de órganos que ABC narra con estilo indirecto y que da cuenta del que tal vez sea uno de los momentos más dulces de la ONT y del propio Matesanz por el éxito alcanzado. Queda preservarlo en el tiempo.