El diario Ideal, de Andalucía, se fija hoy en el problema de las agresiones a los profesionales: Los sanitarios no denuncian el 90% de los ataques que sufren por miedo. Y añade en el subtítulo: La mayoría de las agresiones las reciben médicos y enfermeros en Atención Primaria. La información se apoya en la valoración de los responsables del sindicato médico y de enfermería de Granada, donde se producen unas 250 agresiones al año, tanto físicas como verbales, cifra que se queda muy por debajo de las 70 denuncias que llegan a formalizarse por miedo a represalias.
Según el rotativo andaluz, “los profesionales están convencidos de que los ataques al personal sanitario son producto de la frustración de los pacientes por el deterioro asistencial que se produce debido a los recortes. Médicos y enfermeros exigen que estas agresiones sean consideradas como violencia social y delito contra la autoridad”.
De otro lado, Diario de Navarra abre a cuatro columnas: Las nuevas urgencias rurales comienzan con la oposición de médicos y enfermeras. Tras hacer un recorrido por los consultorios de Puente la Reina, Alsasua, Orkoien e Irurtzun, parece que microguardias de 4.40 horas son el principal punto de conflicto.
En Castilla-La Mancha también encontramos apertura sanitaria, la del diario Lanza: 22 anestesitas lamentan el cese del responsable de la Unidad del Dolor del HGCR [Hospital General de Ciudad Real]. Se trata del doctor Insausti, que cree que su cese fue por criticar los recortes. Entretanto, más de un millar de pacientes están pendientes de la realización de pruebas y la lista de espera va más allá de 2016.