La muerte de una niña de tres años, residente en el condado de Treviño, un enclave burgalés en la provincia de Álava, ha vuelto a poner sobre la mesa la coordinación entre servicios de salud, sobre todo en zonas limítrofes y los problemas que el curso de las decisiones termina provocando, en esta ocasión fatalmente, en los pacientes.
Toda la prensa nacional se hace eco del asunto. El País no se anda con rodeos: Muere una niña de Treviño tras negar Euskadi una ambulancia. El Mundo también utiliza el mismo verbo: Muere una niña a la que se le negó una ambulancia vasca. Y ABC: Muere una niña en Treviño después de que se le negara una ambulancia de Vitoria. La Razón opta por utilizar el verbo denegar, que parece tener un componente más administrativo: Una niña de Treviño muere tras denegarle Vitoria una ambulancia.
Lógicamente, la prensa burgalesa lleva el asunto a su portada. Diario de Burgos señala que Investigan al 112 del País Vasco por no auxiliar a una niña de Treviño que falleció. Y añade en el antetítulo: Llegó al hospital de Txagorritxu demasiado tarde. Al parecer, según denuncia la familia, Emergencias de Osakidetza se negó a enviar una ambulancia desde Vitoria ya que al ser [Treviño] territorio burgalés debía ir desde Miranda. El Correo de Burgos le otorga la foto de portada, que reproduce una imagen del funeral de la pequeña: Luto y polémica en La Puebla [el pueblo de Treviño donde vivía la niña].
El Departamento de Salud vasco ha iniciado una investigación al respecto. La prensa de Euskadi también recoge la noticia, aunque no utiliza el verbo negar. El Correo titula así: Fallece una niña de tres años a la Osakidetza no envío una ambulancia.