Este fin de semana El País lleva a su portada digital la historia de Robert Spitzer. La vida del médico estadounidense que sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales en 1973, aunque una parte de la sociedad todavía no lo haya hecho cuatro décadas después de su hito.
"De un plumazo, Robert Spitzer (Nueva York, 1932; Seattle, 25 de diciembre de 2015) curó a millones de personas. Fue en 1973, cuando el psiquiatra hizo un estudio sobre las personas homosexuales para determinar si su orientación sexual les causaba algún tipo de enfermedad psiquiátrica. La conclusión —que hoy parece obvia en el mundo occidental, aunque no en el resto— fue que no había tal patología. Ese mismo año, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) aprobó eliminar la homosexualidad de su manual de enfermedades, el DSM, que entonces iba por la segunda edición", indica el artículo firmado por Emilio de Benito.
La Organización Mundial de la Salud siguió su criterio en 1990, cuando la institución reunió los apoyos suficientes para oponerse a las corrientes integristas de diferentes religiones que tienen poder en muchos países (esos 80 que penalizan la homosexualidad, para empezar) que se oponían a despatologizar la homosexualidad. Spitzer está considerado uno de los psiquiatras más influyentes de la segunda mitad del siglo XX por su tarea para clasificar y homogeneizar las enfermedades mentales, sus definiciones y tratamientos.