Una vez ha pasado gran parte del ‘tsunami’ informativo del ébola, otros temas sanitarios han logrado hacerse un hueco dentro de las grandes cabeceras españolas.
En este sentido, es la distribución farmacéutica la que está en el ojo del huracán. El País cuenta que la Guardia Civil ha iniciado una operación contra el comercio ilícito de medicamentos, particularmente contra una organización que ya ha facturado 50 millones mediante la exportación ilegal de fármacos, con un lucro del 800 por ciento por cada producto. “Al menos cinco almacenes mayoristas de distribución —tres con sede en Granada, uno en Málaga y otro en Barcelona que operan en todo el país— están, presuntamente, en el centro de una red de exportación ilegal que implica, de momento, a más de 200 farmacias”, explican los autores del artículo, Jaime Prats y Maribel Martín.
A pesar del elevado número de farmacias afectadas, los grandes beneficiarios del fraude serían los distribuidores. “Los farmacéuticos son el equivalente a los camellos en el tráfico de drogas”, señalan fuentes del artículo. "Pero son una pieza clave porque si ellos no aceptan solicitar más medicamentos de los que van a vender no habría lugar para este mercado. El negocio consiste en desviar esos fármacos sobrantes —y que se han adquirido por un precio más barato, intervenido por el Gobierno— al mercado libre extranjero. Se trata en general de compuestos sin alternativa terapéutica y con una elevada demanda, como inmunosupresores para pacientes trasplantados, anticancerígenos o anticonvulsivos”, detalla el texto publicado en el diario del periódico del Grupo Prisa.