La habitual desconfianza que las administraciones sanitarias tienen en la labor de los medios de comunicación generales encuentra hoy un nuevo argumento para mantenerse en el ánimo de políticos y gestores. En sanidad, hay que tener mucho cuidado con las alarmas porque se puede estar asustando a la población por una circunstancia que puede ser perfectamente habitual. Y si los supuestos problemas de salud pública se mezclan con cuestiones políticas, entonces tenemos la tormenta perfecta para salvar la portada de un complicado, informativamente hablando, miércoles santo.
Diario de Noticias, de Navarra, abre a toda página y parece quedarse tan a gusto: Ingresado en la UCI un paciente con Listeria, la bacteria hallada en la comida del hospital. Los muchos detalles, en hasta cuatro subtítulos, a modo de sumarios: Permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Hospitalario de Navarra desde hace una semana. Era atendido por otras patologías cuando se produjo la infección, de la que se desconoce el origen. Salud Pública confirmó el pasado 26 de febrero la presencia de Listeria en el menú hospitalario. No se descarta que proceda de la comida, pero sí de la lasaña precocinada donde apareció la bacteria.
¿Qué hará Diario de Noticias si el paciente muere? ¿Y si hubiera más muertes? Le será complicado darle mayor importancia gráfica e informativa que la que hoy le da a un ingreso en UCI por una infección de la que se desconoce su origen.
El Departamento de Salud navarro ya ha dicho que no hay dietas contaminadas en el Complejo, y que lo único que se ha descubierto es la bacteria Listeria en un plato precocinado ajeno a la autoría del hospital. Pero las explicaciones no parecen suficientes porque en el trasfondo del asunto se encuentra el auténtico debate: la externalización del servicio de cocinas del centro. Otra vez el debate de la dichosa privatización que todo lo alcanza, hasta la salud pública, para convertir un ingreso en UCI en toda una primera noticia del día.