Tras dos semanas desde que se comunicara que la Universidad de Barcelona fulminaba su máster en homeopatía y apenas diez días después de que Boiron confirmara que no tiene pruebas de que sus 'fármacos' homeopáticos funcionen, esta pseudociencia sigue dando que hablar en la prensa española.
El diario vasco El Correo destaca en un extenso reportaje que Euskadi es una de las comunidades autónomas que más homeopatía consume, si bien Estíbaliz Goyenechea, secretaria técnica del Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa, afirma que las recientes informaciones sobre esta 'medicina' harán que la demanda disminuya.
La citada información da voz a todas las partes de la sanidad vasca, entre ellas las que están a favor de la homeopatía. Y es que el Colegio Oficial de Médicos de Guipuzkoa (como otros muchos) tiene su propia sección homeópata, dirigida en este caso por Helena Etxaide. La facultativa desarrolla en sus palabras los típicos mantras a favor de la disciplina (“no hay enfermedades sino enfermos”, “hay gente importante investigando a la que se les saca del ámbito científico, círculos en los que previamente han sido laureados”), mientras insiste en la evidencia científica que aporta la línea del tiempo: los 200 años que se lleva practicando.
Más allá va Xabier Ibarburu, médico que lleva tres décadas practicando la homeopatía y que compara la situación con la que viviera Galileo: “Le costó tres siglos que se le aceptara”, a la vez que aprovecha otros estudios para deslegitimar a la medicina tradicional. Sin embargo, las palabras científicas que recoge el artículo son claras, como las del bioquímico José Miguel Mulet, que analiza un interesante cambio de discurso: “Antes se hablaba de terapias alternativas y ahora se llaman complementarias, que es una forma de seguir haciendo caja y cubrirse un poco más las espaldas”.