“El esófago es una parte del aparato digestivo imprescindible para que la bebida o la comida lleguen a nuestro cuerpo”, así comienza la información de Ángeles López que publica El Mundo, que demuestra la relevancia de esta noticia, ya que un equipo de investigadores de diferentes lugares del mundo ha dado el primer paso para acercar un tratamiento que no existe en la actualidad: el trasplante. De momento, lo han logrado realizar en ratas pero su objetivo último es el conseguirlo en personas, algo para lo que todavía deberán pasar años.
El mismo texto, refleja el consejo que da Antonio Campos, que dirige el grupo de Ingeniería Tisular de la Universidad de Granada, quien considera que "habría que seguir ensayando antes de dar el paso a humanos. No obstante, considera éste como un paso prometedor en la ingeniería de tejidos".
El diario ABC también se hace eco de este asunto, que en la entradilla de la información subraya que los esófagos bioartificiales implantados en ratones y utilizados por un equipo de investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, suponen un nuevo paso en la aplicación práctica de la ingeniería de tejidos.
Los científicos han desarrollado esófagos bioartificiales gracias a las células madre de médula ósea del propio animal que recibe el trasplante. Y lo más importante, señalan en un artículo que se publica en ‘Nature Communications’ es que el nuevo esófago es capaz de seguir siendo funcional y de regenerar las conexiones nerviosas, musculares, de vasos sanguíneos y de células epiteliales para que esto sea posible.