El revuelo mediático que ha suscitado el caso del niño británico Ashya King vuelve a las páginas de los diarios ya que comienza a recibir la terapia a base de protones que pretende destruir el tumor cerebral que padece y que le ha hecho protagonista de una turbulenta aventura judicial y hospitalaria durante las últimas semanas.
Así lo recoge El Mundo en una información firmada por María Valero, titulada Ashya King inicia esta mañana la terapia de protones en Praga en la que subraya que los especialistas checos explican que permite augurar unas posibilidades de supervivencia en torno al 70-80 por ciento.
Precisamente, La Vanguardia aborda este asunto partiendo de este dato, con una información de la Agencia EFE, que titula La probabilidad de que Ashya se cure con la terapia de protones asciende al 80%, haciéndose eco del elevado porcentaje de recureparación.
Esta noticia también señala que los padres del menor lo sacaron a finales de agosto sin permiso médico del hospital británico en el que estaba siendo tratado, que descartó como inútil la sofisticada terapia, y lo llevaron a Málaga, para obtener dinero a través de la venta de algunas propiedades y poder así financiar un tratamiento de este tipo para su hijo.