El virus del ébola ha llegado a la capital del mundo: Nueva York. Craig Spencer, médico que regresó a su ciudad desde Guinea, donde había estado combatiendo la enfermedad y comenzó a sufrir los síntomas unos días después.
Rápidamente, ha aparecido el alcalde, Bill De Blasio, a escena para tranquilizar a sus ocho millones de habitantes: “Tenemos el mejor sistema de salud del mundo y estamos capacitados para combatir al virus”, citan Vicente Jiménez y Sandro Pozzi en El País desde la ciudad de los rascacielos. Ni corto ni perezoso, De Blasio se ha subido al metro (medio de transporte usado por Craig Spencer para acudir hasta el centro de salud donde le atendieron) para demostrar que no pasa nada por hacerlo y así no cunda el pánico entre sus conciudadanos.
Por su parte, el diario La Razón reproduce una instantánea del presidente de EEUU, Barack Obama, abrazando a Nina Pham, la primera contagiada en suelo estadounidense, que recibió el alta este viernes. Pham ha señalado, destaca este periódico, que se siente “afortunada y bendecida” y que cree “en el poder de la oración”, agradeciendo a las personas que rezaron por su curación. Es de suponer que también lo habrá agradecido a sus compañeros de profesión, que la han estado cuidando y tratando estos días.
La Vanguardia también destaca la fotografía de Pham y Obama abrazándose, y recuerda que el virus ha llegado a otros rincones del mundo: Malí, donde la niña de dos años infectada (había regresado de Guinea, foco de la epidemia, tras una visita familiar) ha fallecido, y Tailandia, donde se está analizando una posible muerte por la misma causa.