Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el pasado 3 de febrero al zika como una emergencia global, muchos son los esfuerzos para tratar de controlar la enfermedad y sobre todo para descubrir si existe una relación directa entre ésta y la microcefalia fetal.
De los muchos especialistas que se encuentran trabajando sobre el terreno en estas cuestiones, el diario El Mundo dedica un espacio al investigador español Diego Ayala, de 37 años, natural de Ciudad Real y que forma parte de la plantilla del Instituto para la Investigación y el Desarrollo de Montpellier (Institut de recherche pour le Dévelopement).
Afincado desde octubre de 2013 en Gabón, en el oeste de África central, Ayala es el responsable del laboratorio encargado de estudiar el ciclo del zika en animales salvajes, evaluando con ello el riesgo potencial de brotes de la epidemia en humanos a través de la picadura de ciertos mosquitos. Un trabajo que no solo realiza por la mencionada enfermedad sino también para otras como el dengue, el chikungunya o el virus de la fiebre amarilla.
Así, este investigador y el resto de su equipo han entrado en un proyecto europeo en el que varios equipos de investigación colaborarán para avanzar en el conocimiento y curación de la patología, desde las vacunas hasta el estudio de los vectores.