Las acusaciones de conspiración hacia el colectivo médico por parte de dos personajes políticos internacionales a lo largo de la historia viene recogida este viernes en la columna de internacional del periódico El País, bajo el título El complot de las batas blancas. Paulina Gamus narra cómo el tirano soviético Stalin “tenía aterrados a los médicos del Kremlim” en el momento en el que tuvieron que tratarlo por su derrame cerebral, “sin saber de su historia clínica”, y acusados por el propio dirigente de “sionistas” o “espías asesinos y criminales”, según el periódico Pravda. Lo mismo hizo Hugo Chávez, “acosando al colectivo en su país hasta provocar la emigración masiva de muchos profesionales de la salud”, tildados también de conspiradores.
El origen del Sida está en la República Democrática del Congo. El diario El Mundo lleva a portada que El Sida nació en Kinshasa en 1920, según “un estudio que ha llevado a cabo un equipo de investigadores, entre los que hay un español”, señala el periódico, “ha datado por primera vez el momento en el que el VIH pasó de monos a humanos, primero lentamente y, a partir de 1960 a más velocidad”.
La intercesión ‘Real’ en un caso de un niño gallego diagnosticado con déficit de la hormona de crecimiento se trata en La Razón, con el titular La carta a los Reyes de Ismael, un niño con cinco años, que ha recibido “con esperanza” una “pronta contestación por carta de la reina Letizia”, tras haberle entregado la abuela del pequeño a los Reyes una primera misiva en una visita que realizaron a un colegio de Ourense. En la carta les pedían “respaldo del comité médico de evaluación del Servicio Público de Salud por tener un tratamiento farmacológico muy caro que su madre, desempleada, no puede pagar”. En la contestación les han asegurado que, desde Casa Real, “se les ha comentado el problema a las Consejerías de Sanidad y de Trabajo y Bienestar de la Xunta”.