El bombardeo aéreo al centro sanitario que Médicos Sin Fronteras (MSF) tiene en la ciudad afgana de Kunduz el pasado viernes ha puesto en jaque a la comunidad internacional, que tacha el atentado de "imperdonable", como así recoge este fin de semana la prensa generalista.
El diario 20 minutos recoge precisamente en su titular este calificativo expresado por el representante de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Zeid Ra'ad Al Hussein, quien ha instado a abrir una investigación de forma inmediata para conocer el alcance del ataque de las fuerzas militares estadounidenses sobre esta población.
La operación ha costado la vida a 19 personas (12 miembros del personal sanitario y 7 pacientes) y unos 37 heridos. El resto de pacientes (se calcula que el hospital albergaba unos 100) se encuentran en paradero desconocido, como recoge el periódico La Razón.
Hasta el momento, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha rehusado dar una opinión sobre este asunto hasta que el Pentágono (organismo encargado de realizar las investigaciones) no tenga sobre la mesa las primeras conclusiones, como informa la cadena británica BBC.
Las últimas pesquisas del caso apuntan los talibanes (grupo terrorista de Afganistán) utilizaban las instalaciones de MSF para lanzar ataques contras las tropas internacionales, tal y como ha asegurado el gobierno de este país, según El Mundo. Una teoría que rechaza de lleno la ONG, asegurando que "las puertas del hospital de Kunduz estuvieron cerradas toda la noche, así que ninguna persona que no fuera parte del personal sanitario o paciente estaba dentro cuando tuvo lugar el bombardeo", ha aclarado.