La veterana periodista sanitaria Milagros Pérez Oliva escribe en El País un interesante artículo sobre el aumento del consumo de medicamentos de uso psiquiátrico, como los ansiolíticos, aun cuando el número y frecuencia de los trastornos que competen a esta área de la Medicina permanecen estables. Solo la primera frase de su escrito condensa el mensaje principal: “La tristeza no es una enfermedad”. Y, sin embargo, se recurre cada vez más a los fármacos para sobrellevarla.
En cuanto a El Mundo, tanto su edición en papel como la electrónica ofrecen una interesante entrevista a un profesor del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Víctor de Lorenzo, encabezada por su convicción de que, en el futuro, se crearán bacterias artificiales capaces de curar las enfermedades.
Con relación al brote epidémico del Ébola, el periódico que dirige Casimiro García-Abadillo ya publicó el sábado un excelente reportaje sobre cómo se había descontaminado la habitación en que falleció el misionero repatriado en el verano en el Carlos III de Madrid, los mismos pasos que están siguiendo ahora en el caso del también fallecido Manuel García Viejo. Para reforzar la información sobre esta inquietante enfermedad contagiosa, el suplemento dominical Crónica aporta una elaborada información de Paco Rego sobre el intento fracasado de salvar la vida de este último enfermo con donación de sangre de una paciente curada.
La Vanguardia, por su parte, se hace eco de una nota de la agencia de noticias Europa Press según la cual una combinación de fármacos hace crónico un subtipo de cáncer de mama. Y El Periódico incluye un reportaje sobre la eutanasia aplicable a un prisionero en Bélgica. De acuerdo con esta pieza periodística, la Justicia de este país ha autorizado al reo, condenado por violación y asesinato, a recibir una inyección letal ante el “sufrimiento psicológico” que padece.
La Razón, por último, mantiene en su sección de Salud un artículo documentado sobre la bronquiolitis en niños, primera causa de ingreso en su variante aguda originada por el virus sincitial respiratorio en los menores de 1 año de edad.