Persiste el interés por el debate sobre la gestión pública o privada de la sanidad. El Economista lleva hoy a su portada el siguiente titular: Cataluña gasta el triple que Madrid en sanidad privada. En concreto, la Generalitat dedica 2.500 millones de euros a conciertos con empresas sanitarias privadas, el 25% de su gasto en salud. La información se ilustra con una foto de la fachada del Hospital Quirón de Barcelona.
Tras Cataluña, Canarias y La Rioja también dedican más recursos, en porcentaje de gasto total, a la sanidad privada que Madrid. Sin embargo, el epicentro del debate está en la Comunidad presidida por Ignacio González, que mantiene vigente su propósito de externalizar la gestión de seis hospitales y dar entrada a la autogestión en primaria.
A juicio del rotativo económico, Cataluña es un buen ejemplo de que un mayor peso de la privada en la provisión de servicios sanitarios no tiene por qué generar descontento social. Al contrario, los catalanes respaldan su modelo, muy peculiar y característico tras más de 30 años de autogobierno. Además, subraya que el debate público-privada no se resuelve con el enfrentamiento, sino con la cooperación entre modelos.