El ministro de Sanidad en funciones ya está en precampaña y su presencia en los medios de comunicación se hace más que habitual cada día. El último ejemplo está en La Gaceta de Salamanca, donde Alfonso Alonso ha realizado su última entrevista.
En este encuentro, el dirigente político asegura no sentirse culpable del incumplimiento del déficit por parte de las comunidades por computar los fármacos contra la hepatitis C. “Eso ha supuesto una décima”, ha asegurado el ministro, que alega que “con el presupuesto que teníamos –unos 250 millones de euros al año-, no nos lo permitía. Pero la gente no podía esperar”. Alonso es positivo y más que un gasto lo entiende como un ahorro a futuro para el Sistema Nacional de Salud (SNS) y las arcas públicas. “Hemos atendido ya a 50.000 pacientes (de los 52.000 que se preveían), y lo hemos hecho de golpe. Pero ¿a quién íbamos a hacer esperar?”, se pregunta el dirigente. “Creo que el déficit está muy bien, pero son más importantes las personas”.
Pero ésta no ha sido la única cuestión. El ministro también ha querido dejar claro en la entrevista que la sanidad española tiene “muy buen estado”, y sale a la defensa del último Barómetro Sanitario que edita su ministerio. Pero no solo eso. Alonso recuerda que el SNS no es gratuito, sino que está sustentado con los impuestos de los ciudadanos, por lo que todos “todos tenemos que hacer siempre un esfuerzo de racionalizar, de priorizar bien y de garantizar que sea sostenible, porque los recursos no son ilimitados”.