Como decíamos ayer,
hay silencios, en plural, que delatan. Entonces y ahora me refiero al fiasco del Real Decreto 639/2014, sobre la troncalidad (fallida una vez más) y las especialidades de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica y Genética Clínica (abortadas, como 'daño colateral' o como 'causa principal' del fiasco).
¿A quién delatan los aludidos silencios? Los silencios delatan a:
- La Administración Sanitaria del Estado, que ni ha pedido disculpas por su desastrosa tramitación del citado reglamento, ni se han producido dimisiones (¡qué ingenuidad por mi parte!) ni ceses (otra ingenuidad: ¡no se atreven!).
- Las Administraciones Sanitarias de las Comunidades Autónomas, que han quedado sumidas en una caótica situación al proveer puestos de trabajo de una especialidad, Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica, a la que después, el Tribunal Supremo ha declarado nula.
- Las Cortes Generales, que una vez más han visto burlado su mandato soberano de que se articule la troncalidad en la especialización sanitaria.
- Las organizaciones profesionales que, en mayor o menor medida, han visto cómo algunos de sus asociados han visto frustradas sus expectativas profesionales, larga y justamente reivindicadas.
- Las organizaciones de centros universitarios que imparten títulos más o menos vinculados a la formación de sanitarios, que no acaban de entender cómo afecta a sus alumnos la nulidad del RD 639/2014.
- Las organizaciones de estudiantes de titulaciones más o menos relacionadas con la salud, que tampoco se enteran de las negativas consecuencias que lo que ahora tratamos.
- Los estudiantes interesados en formarse en materias relacionadas con la salud, a quienes nadie informa de lo que se cuece en los 'altos' despachos de las administraciones sanitarias.
¿En qué les delatan esos silencios? Contestar de manera concreta a esta pregunta implica manifestar juicios de intenciones; así, no es formalmente correcto colgarle ningún sambenito a ninguno de los silenciosos afectantes y afectados; no obstante, de manera indeterminada, sí se puede decir que
los anteriores silencios delatan:
- Nula voluntad de resolver unas cuestiones planteadas desde hace muchos años.
- Desconocimiento del negativo impacto en algunos ciudadanos (profesionales y estudiantes) del incumplimiento de los acuerdos adoptados.
- Actuaciones dando palos de ciego, lo que es un indicador de incompetencia, incapacidad analítica o de escasa dedicación a los problemas profesionales que efectivamente nos afectan. O sea, como si las actuaciones de la Administración Sanitaria no fueran con ellos.
No obstante,
el panorama no es del todo negativo; nuestro
anterior escrito ha despertado algunas consciencias y conciencias, o al menos un mero interés informativo; habrá que ver qué dan de sí. Seguiremos informando, con más concreción, cuando podamos hacerlo.