Los días se suceden y el acuerdo no llega. Los motivos seguros nunca los sabremos del todo pero lo cierto y verdad es que, a día de hoy, el Gobierno no ha presentado aún su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año.
Entiendo que vivimos momentos especialmente complejos en el ámbito político pero el Ejecutivo de Mariano Rajoy debe poner todo su empeño en sacar adelante unas nuevas cuentas que posibiliten una mejora de la calidad de vida de todos los españoles.
Centrándome en los intereses de los profesionales a los que mi organización representa, constato con gran preocupación que la previsión de aumento salarial para los empleados públicos no superará, siendo muy optimista, el dos por ciento.
Se trata de una cifra absolutamente insuficiente si recordamos el gran esfuerzo que los profesionales del sector público han hecho en los últimos años para colaborar en la salida de la crisis de nuestro país. El recorte en 2010 y posterior congelación de los salarios ha conllevado una importante merma de ingresos para todos ellos mientras el coste de la vida ha continuado subiendo.
Los profesionales de Enfermería y Fisioterapia afectados han visto como en estos años aumentaban los impuestos o los precios de los bienes de consumo y de los servicios, mientras que su jornada laboral y carga de trabajo aumentaba y también la pérdida de poder adquisitivo. En términos generales, un 30 por ciento.
Cuando hablamos de aumento de salarios hablamos de reconocer como se merece el esfuerzo y dedicación de los profesionales en su día a día. Enfermeras y fisioterapeutas que, a pesar de contar con menos tiempo para hacer su trabajo, menos compañeros en su unidad o menos recursos en su centro, han puesto todo su empeño en que la calidad de la atención sanitaria no se viera afectada.
Oigo en más de una ocasión comentarios como "ya están los sindicatos con la cantinela de aumentar los sueldos" y es verdad, lo hacemos y lo seguiremos haciendo hasta que no se compense económicamente de forma justa lo que los profesionales hacen por asegurar la sostenibilidad y mejora de nuestro Sistema Nacional de Salud, y lo que es más importante, la salud de todas y cada una de las personas a las que atienden y cuidan.
Por ello, Satse inició hace ya unas semanas una nueva campaña reivindicativa en todo el Estado para reclamar un aumento salarial para 2018 de, al menos, el 6 por ciento y no descarta emprender nuevas acciones si resulta necesario.
Un aumento salarial justo sería un primer paso en la buena dirección como otros muchos que el Gobierno central y el resto de administraciones públicas tienen que dar para que la recuperación de la economía de nuestro país vaya pareja con la recuperación de la economía de todos los ciudadanos.