Mucho se habla últimamente de la telemedicina como una solución para mejorarla eficacia de los servicios asistenciales actuales. Si bien es cierto que
todavía nos estamos familiarizando con el significado y no siempre tenemos claro sus aportaciones. Es más, a veces se confunde su concepto y se infravalora su aplicación y utilidad.
"La telemedicina tiene beneficios como la mejor gestión del tiempo"
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En líneas generales, y desde un punto de vista semántico, telemedicina significa “medicina a distancia”. En un principio suena algo frío, impersonal …y distante, valga la redundancia.
La OMS define la telemedicina como “el suministro de servicios de atención sanitaria, en los que la distancia constituye un factor crítico, por profesionales que apelan a las tecnologías de la información y de la comunicación con objeto de intercambiar datos para hacer diagnósticos,
preconizar tratamientos y prevenir enfermedades y accidentes, así como para la formación permanente de los profesionales de atención de salud y en actividades de investigación y evaluación, con el fin de mejorar la salud de las personas y de las comunidades en que viven”.
Una definición muy extensa que obvia
la importancia de la intercomunicación fluida y eficaz entre profesionales y gestores sanitarios, pacientes, familiares, asociaciones de pacientes y la sociedad en su conjunto. Y también elude otros beneficios que de ella se derivan…mejor gestión de tiempo, más y mejor personalización del servicio asistencial, mejor aprovechamiento de los recursos limitados, etc.
Al hilo de ello quisiera resaltar que múltiples estudios demuestran continuamente que los pacientes
acusan la falta de un diálogo fluido y eficaz. La sociedad demanda un sistema comunicativo adecuado que minimiza la información asimétrica.
La telemedicina puede ser una herramienta esencial que fomenta la participación, la interacción e, incluso, la corresponsabilidad en la gestión por parte de todos los implicados.
Si bien es cierto que también puede conllevar algunas dificultades como el tema de la
confidencialidad y seguridad de datos o la equidad en el acceso.
Sin embargo, opino que la telemedicina bien gestionada es una gran oportunidad para conseguir mayor eficacia y eficiencia,
sobre todo para los pacientes crónicos. La telemedicina nos puede proporcionar un seguimiento directo y acertado del trascurso de la enfermedad,
un “patient journey” completo que facilita mejor tratamiento y mejor adherencia.
La Atención Primaria está viendo cada vez más sus beneficios: pacientes que no tienen que trasladarse a la consulta, médicos que pueden gestionar mejor su tiempo tan limitado, …en definitiva, un enfoque más participativo y colaborativo en el que prima la interacción.
"SEMG trabaja el área de comunicación y relación de médico-paciente"
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Me gusta el proyecto 'El médico responde' de
Pacientes Semergen: han creado una web cuyo objetivo es informar y formar al paciente con criterios médicos adecuados, consensuados y documentados. Las preguntas se publican de forma anónima y son respondidas en un plazo aproximado de 48 horas. De esta forma contribuyen a la difusión de la información más adecuada para la salud y la de nuestra comunidad.
Otras sociedades científicas de AP como
la SEMG trabajan el área de comunicación y relación de médico-paciente, actualizando los conocimientos con vistas a mayor cercanía a los pacientes.
SemFYC dispone de una amplia guía subdividido en 24 unidades, tratando las enfermedades y síndromes más relevantes incluyendo indicaciones precisas para actuar, así como orientaciones acerca de cuándo consultar y pedir ayuda. A su vez ofrecen múltiples enlaces para los cuidadoras y cuidadores.
Todo ello con una
información comprensible y actualizada, una demanda imperante de nuestra sociedad.
Cabe recordar que ya desde hace dos años los médicos de los centros de salud pueden hacer consultas a los cardiólogos por ordenador sin necesidad de tener que desviar a los pacientes al hospital.
Otro ejemplo más es la aseguradora
Sanitas que ha creado protocolos para las consultas no presenciales: el 8% de sus consultas son a través de medios telemáticos,
es decir, teléfono, e-mail, chat o videoconferencia. Su objetivo es que lleguen a ser el 25% el próximo año.
En el entorno académico la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y la Universidad de La Laguna de Tenerife (ULL) ya cuentan con
una catedra en telemedicina.
Queda patente que
el futuro no se podrá crear sin la telemedicina, una nueva cultura de diálogo y de participación para abordar los retos y necesidades presentes y futuros de los pacientes, profesionales sanitarios, familiares y demás agentes del sistema sanitario.
Si bien es cierto que aún requiere más desarrollo…y difusión.
¡Prometedoras noticias para la salud de nuestra sociedad!