Inicio este artículo citando esta frase de John Churton Collins: “La mayoría de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos”. Y se la dedico a la ministra Dra. García, que será ministra, pero también una profesional de la medicina, a quien, desde el respeto entre compañeros, me atrevo a “desautorizar” por la decisión tomada con relación a minusvalorar la nota del examen MIR. No sienta, no actúe llevada por la urgencia y la necesidad, mejor piense, diría más, ya que estamos ante una urgencia, “pare, piense y, después, actúe”.

Vender como un “hito” el quitar la nota de corte para poder tener acceso a la especialización me parece un error, no por ser algo inadecuado, que también, sino por ser una decisión precipitada que se toma como respuesta a presiones y urgencias sobrevenidas que requieren de análisis, debate, propuestas, dar un pensamiento sosegado al modelo que tenemos y lo que queremos, valorar si ha llegado el momento de un cambio más profundo que algo tan poco sensato como quitar la nota de corte sin más medidas añadidas.

Nuestro modelo de formación especializada tiene ya unas décadas de recorrido, ha presentado algunos cambios, pero la base del modelo no se ha modificado. Acceso mediante un examen tipo test que pone en orden a los aspirantes y ello determina la prioridad a la hora de elección de especialidad y centro docente. Es evidente que hay que poner en orden a todos los aspirantes pues la elección debe venir regulada de alguna forma, una de ellas, posiblemente la más sencilla a la vez que transparente, es la nota de un examen de conocimientos generales de medicina al finalizar la carrera. ¿Es el modelo actual en único válido?, puede que no lo sea y existan alternativas, siempre basadas en un ejercicio de demostración de conocimientos y, posiblemente, mejorado con otras pruebas como habilidades, competencias, etc.


"Dra. García, actúe como se debe hacer en una urgencia, parando, pensando y, después, actuando"



En anteriores artículos ya me he pronunciado sobre la necesidad de valorar posibles cambios en lo que se relaciona con los estudios de Medicina y posterior especialización. La norma que rige, muy adecuada, es exigir que los médicos que ejercen en el sistema público sean especialistas, lo que conlleva la obligación de entender que los que terminan sus estudios universitarios deben acceder a la especialización. Esto supone un profundo cambio de modelo y no podemos permitirnos el lujo de perder médicos, unos estudios de alta demanda y cualificación, todos ellos necesarios para dotar de recursos humanos suficientes al Sistema Nacional de Salud.

No quiero entrar ahora en más detalles, solo me interesa abrir el debate, que quienes tienen la responsabilidad de gestionar entiendan esta necesidad y abran un grupo de trabajo con profesionales, docentes, organizaciones que representan a todos los implicados, también a los otros partidos políticos que tienen gobiernos de Comunidades Autónomas, en definitiva, que la ministra, Dra. García, actúe como se debe hacer en una urgencia, parando, pensando y, después, actuando. Que se deje de ocurrencias que solo buscan un titular y demuestre lo que es, una profesional médica, anestesista, que entiende de esto y sabe que hay que actuar con rigor y conocimiento, huyendo de las presiones que te hacen cometer errores. Que piense.

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