“Nada se parece tanto a la injustica como la justicia tardía”. Esta frase de Séneca expresa muy bién lo que está sucediendo con los profesionales sanitarios, que pueden llegar a ver por vía de la Justicia Europea una solución tardía al abuso y maltrato a los que les somete la Administración.
La Administración Sanitaria, con independencia de la CCAA de la que se quiera hablar, pues todas actuan igual, tiene arraigadas entre sus costumbres las del abuso y desprecio hacia los profesionales, y me refiero mas concretamente a los Facultativos. Tras años de soportar contratos temporales, lo mismo me da interinidades que eventualidades o contratos de guardia, suplencias, etc., y para intentar “callar bocas” convocan oposiciones escasas, injustas, y al capricho de los diferentes Directores de Recursos Humanos. Y siempre bajo medidas de presión y no por voluntad propia, se termina por bascar soluciones que se salen de la norma.
Recordemos el caso de la OPE extraordinaria de consolidación del año 2001. Era tal el despropósito y la bolsa de afectados, que se tuvo que realizar una oposición que se llamó de consolidación de empleo, pues fue realmente eso, facilitar que cada uno consolidase su propia plaza. Ahora, y confirmándose que los errores se repiten, las Administraciones Sanitarias, y de forma evidente la de Madrid, han vuelto a reproducir el mismo fenómeno. Estamos ante una nueva bolsa de empleo temporal, aproximadamente el 34% de los facultativos, y con ello abocados a buscar una nueva solición extraordinaria. Esta vez y según la legislación vigente, no es posible hacer una nueva “consolidación”, aunque siempre es posible si el legislador lo quiere, y la solución tiene que venir por otro camino.
Este camino, la posible solución, ya la avanzamos hace meses. Se planteó como única alternativa la de recurrir a la Justicia Europea, que de forma habitual sentencia que los abusos deben ser “castigados”. España es especialmente reincidente en sus errores. Las directivas europeas sobre descansos y las sentencias recientes sobre la inadmisible duración de los contratos de eventualidad, son las que pueden dar solución a las demandas crónicas en torno a los descansos tras la guardia o el abuso del contrato eventual al amparo de un Estatuto Marco, que lo permite, pero que también lo limita.
Pocas, o si soy mas sincero, solo una organización profesional ha defendido esta vía para solucionar el grave problema al que nos enfrentamos. Hace meses se inició una reclamación cuyo recorrido pasa por los tribunales de justica europeos. Ahora comienzan a llegar algunas sentencias que avalan lo que se proponía y demandaba. Ahora todos se suben al carro ganador, se “cuelgan medallas”, proponen iniciativas parlamentarias y, en definitiva, quieren ser protagonistas. Pero no nos engañemos pues lo que se pide es ¡nombrar interinos! Que no, que esta no es la solución. Pagar el abuso con una sanción así no es hacer justicia. Vamos mas allá en nuestras demandas.
Los facultativos que llevan años de maltrato, de abuso y desprecio por parte de la Administración, no pueden ser “compensados con una simple interinidad”. Pedimos más. Pedimos que se haga justicia con ellos, respetando también el derecho de los que ya han superado sus oposiones. Pedimos que sean asimilados a fijos, que les llamen como quieran, que inventen un término nuevo, pero que se contemple su carácter de indefinido sin fecha de caducidad alguna y, como mantiene la legislación europea, que tengan los mismos derechos que los fijos. Y entiendo que un “fijo tradicional vía OPE” tenga un mérito añadido que le hace ser primero en un teórico “escalafón”, pero sin mermar derechos a los otros.
Que no nos engañen, que no quieran ahora hacer lo que se debería haber hecho antes, que es el momento de hacer juscicia de verdad, de resarcir el daño causado y que los afectados vean recompensada su situación. Y no vale solo con ser interino. Hagánles fijos, con el nombre que quieran, pero fijos. Y para evitar estas situaciones, ya saben; OPEs anuales o cada dos años, traslados reglados, interinos clásicos en las plazas vacantes, eventuales solo de forma extraordinaria, y respeto a las leyes y las normas. Y como decía Séneca, “Nada se parece tanto a la injustica como la justicia tardía”, pero yo añado que aún así, bienvenida sea.