En los últimos tiempos han surgido distintas voces que proponen sustituir a las enfermeras (total o parcialmente) por otro personal sanitario, poniendo el foco  sobre todo en los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE). Esta medida también se ha barajado como alternativa ante la falta de enfermeras en nuestro país y para reducir costes en el sistema sanitario.

Si bien las enfermeras somos las primeras en reconocer que la labor de los TCAE- como de todas las categorías profesionales- es esencial y merece reconocimiento, considero que es imperativo recordar que las enfermeras desempeñan un rol insustituible en la atención sanitaria siendo fundamentales para el funcionamiento del Sistema de Salud.

Hay en cuestiones, cuando la salud está en juego, que lo barato nos puede salir a todos caro. No es sustituible la formación académica rigurosa de las enfermeras que incluye un mínimo de cuatro años de estudios universitarios y que proporciona un profundo conocimiento en diversas áreas y les permite desarrollar habilidades críticas para la toma de decisiones clínicas y la gestión de cuidados complejos.

Son profesionales que están capacitadas para diagnosticar de forma independiente los cuidados necesarios, planificar, organizar y administrar estos cuidados, y actuar en situaciones de crisis y catástrofes. No están focalizadas, como hemos podido escuchar en algunos medios, en colaborar con el equipo médico. Somos líderes y responsables de los cuidados profesionales, jugando un papel esencial en la formación práctica del personal sanitario, incluyendo a los propios TCAE.


"Las enfermeras somos líderes y responsables de los cuidados profesionales"



Esta capacidad de liderazgo y autonomía enfermera es esencial y garantía de unos cuidados profesionales seguros y de calidad. Así, la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, cuyo artículo 7 especifica que corresponde a las enfermeras la dirección, evaluación y prestación de los cuidados de Enfermería orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como a la prevención de enfermedades y discapacidades.

Sustituir a las enfermeras por cualquier otro profesional, podría tener un impacto negativo en la asistencia sanitaria, ya que no están capacitados para evaluar y asegurar continuamente la efectividad de los tratamientos y procedimientos o la valoración de signos y síntomas, la identificación de problemas potenciales y la creación de un Plan de Cuidados personalizado siguiendo un método científico, basado en la evidencia generada por la investigación de la propia profesión, lo cual puede marcar la diferencia en la calidad de la atención o en la seguridad del paciente.

Las competencias y la formación de las enfermeras están reguladas para asegurar un estándar homogéneo de calidad en toda la Unión Europea, facilitando la movilidad profesional y siendo garantía de que las enfermeras cumplan con criterios de excelencia reconocidos internacionalmente y contribuyendo significativamente al prestigio de nuestro sistema sanitario a nivel global.


"Sustituir a las enfermeras por otro profesional podría tener un impacto negativo en la asistencia"



Reconocer el trabajo en equipo es algo que realizamos en la práctica diaria, y sabemos que por el bien del paciente se debe colaborar estrechamente, cada uno aportando su experiencia y habilidades específicas para ofrecer una atención integral a los pacientes. Pero pretender que uno puede reemplazar al otro es simplificar en exceso la complejidad de la atención sanitaria y subestimar la importancia de cada rol.

Como representante de la profesión en el ámbito territorial que me corresponde, creo necesario que cualquier cambio que afecte a la salud de las personas debe realizarse con la prudencia debida, puesto que lo que puede parecer una solución a corto plazo, tiene implicaciones a largo plazo que podrían llegar a ser desastrosas para la calidad de la atención que se presta.

Las enfermeras son el pilar sobre el cual se sustenta la excelencia en el cuidado de la salud. Su formación, competencias y capacidad para gestionar situaciones críticas, repito, las hacen insustituibles en cualquier sistema sanitario que aspire a ser verdaderamente efectivo y humano.

Por tanto, es imperativo que valoremos y apoyemos a nuestras enfermeras como así nos solicitan los diversos organismos internacionales, reconociendo que su labor no solo salva vidas, sino que también garantiza un futuro más saludable para todos.