En un momento en que el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) revela su lema para el Día Internacional de la Enfermera 2024, "Nuestras enfermeras. Nuestro futuro. El poder económico del cuidado", y el mundo dirige su atención a la 54ª Reunión del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, emerge una necesidad urgente de replantear cómo valoramos el cuidado en nuestras economías y sociedades. Esta coincidencia temporal no es meramente simbólica; representa una confluencia crítica de Salud y Economía que exige un cambio profundo en nuestra perspectiva hacia el Cuidado.
Howard Catton, director ejecutivo del CIE y miembro del ‘Consejo del Futuro Global sobre el Futuro de la Economía’ del FEM, ha trasladado argumentos contundentes en Davos sobre la necesidad de invertir en Enfermería. Este diálogo resalta una verdad fundamental: la atención sanitaria no es un gasto, sino una inversión en nuestro futuro, con beneficios palpables para la sociedad, la comunidad y la economía global. Enfermería, en el corazón de los sistemas sanitarios y sociosanitarios, es fundamental no solo para la salud pública sino también para la estabilidad económica y el crecimiento.
Sin embargo, la realidad actual dista mucho de este ideal. Las enfermeras, a pesar de ser la esencia vital del sistema sanitario y cruciales para la seguridad del paciente, se enfrentan a condiciones laborales con falta de estabilidad y reconocimiento, a salarios injustos y a una limitación en el acceso a puestos de liderazgo dentro de las organizaciones sanitarias. Es un reflejo de un sistema que aún no ha reconocido plenamente el valor económico y social del Cuidado ni de quienes ejercen este desde una perspectiva profesional, comprometida y sobradamente preparada.
Es esencial reivindicar la importancia de un cambio de perspectiva que no solo reconozca, sino que también valore, proteja e invierta en Enfermería. Esta transformación es esencial no solo para el futuro sostenible de la profesión sino también para la salud de la población en general. La 'Carta para el Cambio' del CIE, que acompaña este año al lema del Día Internacional de la Enfermera, es un llamamiento a ampliar los esfuerzos hacia este objetivo. Les recomiendo su lectura reflexiva.
La construcción de una economía de los cuidados comienza con la concienciación social y la valoración del papel insustituible de las enfermeras en la atención sanitaria y su impacto económico. Debemos fomentar una conciencia colectiva dentro de la profesión que nos permita abogar efectivamente por el reconocimiento de nuestro trabajo y su justa compensación. La visión de invertir en los cuidados para crear un círculo virtuoso de prosperidad no es solo una meta aspiracional, sino una necesidad inmediata.
El momento de actuar es ahora. El reconocimiento del valor económico del cuidado es fundamental para avanzar hacia una sociedad más justa, saludable y económicamente sostenible. Solo a través de un compromiso renovado con nuestras enfermeras y el sector del cuidado en general, podremos construir un futuro en el que la salud y la economía estén intrínsecamente vinculadas, reflejando el verdadero valor del cuidado en cada aspecto de nuestra vida. Este cambio de perspectiva no solo es un deber moral, sino también una estrategia económica inteligente que garantizará un futuro más brillante para todos.