EDITORIAL
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21 nov. 2014 19:43H
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Pese a la conflictividad política que ha generado su decidida apuesta por la colaboración público-privada, la Xunta de Galicia tiene muy clara que esta debe seguir siendo una de sus líneas estratégicas de acción, según ha vuelto a insistir la conselleira Rocío Mosquera, en el acto de entrega de los Premios á Sanidade que ha organizado Sanitaria 2000, editora de Redacción Médica, por vez primera en esta comunidad autónoma.

La amplitud de miras de los gallegos ha quedado demostrada sobradamente en estos años de crisis. El tesón de la conselleira, que no se ha arredrado en sus propósitos políticos, pese a la fuerte contestación que le ha planteado toda la oposición, desde el PSdG hasta el BNG, pasando también por la novedad de AGE, ha permitido llevar adelante algunos proyectos de gestión y organización sanitaria impensables en otros servicios de salud autonómicos. Obviamente, no es posible ignorar que Mosquera ha contado en su tarea con el apoyo más imprescindible y decisivo: el de su propio presidente, Núñez Feijóo, un convencido de las reformas y un experto conocedor de la sanidad. Ojalá todos los presidentes autonómicos tuvieran este perfil, porque a buen seguro se notaría de inmediato en todo el Sistema Nacional de Salud.

Bajo la atenta mirada de los representantes de Oximesa y de Novartis, Mosquera insistió en la necesidad de llegar a acuerdos con las empresas del sector con una intención clara de contribuir a la sostenibilidad, a la eficiencia y a la calidad del sistema, una responsabilidad que cualquier administración pública que tenga sentido común sabe que no puede asumir en solitario. Galicia trata de darle a la colaboración público-privada un aire de normalidad y frecuencia, a la que a buen seguro contribuirá el inminente acuerdo de riesgo compartido que alcanzará con Novartis. Con todo, deberá seguir explicando muy bien todo este tipo de pasos, puesto que la oposición, muy activa en la comunidad, especialmente el PSdG, no cejará en su empeño de tratar de modificar las ideas de la conselleira, en busca de una clara predominancia de lo público.

Al margen de colores políticos, Galicia entera se puede felicitar por tener uno de los mejores sistemas sanitarios de todo el Estado, en el que tienen cabida profesionales y experiencias de alcance nacional y, en algunos casos, internacional. Ahí están algunos de los premiados por Sanitaria 2000: el neumólogo Julio Ancochea, un gallego, cosmopolita y solidario, que ejerce en Madrid; el programa Úlceras Fora, del Sergas, para disminuir la incidencia de las heridas; la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica; el farmacéutico ourensano, y senador, Francisco José Fernández Pérez; la enfermera Mercedes Carrera; el cardiólogo González-Juanatey, firme defensor de lo público, no solo en la sanidad, sino también en la educación; los gerentes Mario González y Luis Verde; la gestión clínica, difundida y amplificada gracias a la labor divulgativa del experto Julio García Comesaña, y el Servicio de Urgencias del Complejo de Ourense y la Unidad de Lesionados Medulares de A Coruña, por citar solo a algunos de los más relevantes.

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