Entre las numerosas
carencias de nuestro sistema sanitario que la pandemia está dejando al descubierto se encuentra, una vez más, la
atención a las personas que necesitan cuidados paliativos.
Se estima que en la
Comunidad de Madrid son casi 30.000 los pacientes que necesitan de estos cuidados y, lamentablemente, estamos muy lejos de llegar a cumplir con los estándares europeos, tanto a nivel de cobertura como a nivel de especialización y formación.
En la actualidad, los cuidados paliativos no se contemplan solamente para
enfermos oncológicos en situación terminal, sino que se han de ofrecer a estos mismos pacientes desde fases mucho más tempranas, y a
muchos otros con enfermedades crónicas o degenerativas. Una buena atención desde el principio será lo que marque la diferencia entre vivir sometido a la enfermedad o vivir a pesar de ella, y dará un motivo de esperanza tanto al enfermo como a sus familiares.
La
Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en su resolución 2249 (2018), recomienda garantizar una
formación adecuada en cuidados paliativos para los profesionales sanitarios, en particular, incluyendo formación básica en cuidados paliativos en las
escuelas de Medicina y Enfermería, y garantizando una formación continuada a los profesionales dedicados a estos cuidados. Además,
insta a los países miembro a reconocer la especialidad médica en Cuidados Paliativos, algo que muchos países ya han hecho, pero que lamentablemente no se contempla aún en España.
Los equipos de cuidados paliativos deben ser multidisciplinares e incluir médicos, enfermeros, trabajadores sociales y psicólogos, los cuales deben de estar debidamente acreditados y formados para ofrecer una atención de calidad. Reconocer esta especialización desde el punto de vista normativo es una
forma de asegurar la homogeneidad en la atención, asegurando que ésta será de calidad, independientemente del lugar en el que se encuentre el paciente. Además, dará una
estabilidad laboral a los profesionales que redundará también en una
estabilidad en la asistencia a los enfermos.
"Los cuidados paliativos son los grandes ausentes en los contenidos curriculares de los estudios de grado de Ciencias de la Salud y Trabajo Social y en los ciclos formativos"
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En la Comunidad de Madrid los criterios de selección para incluir a los profesionales en los equipos carecen de la objetividad necesaria para que estos estén formados por personas con la máxima capacitación. En los hospitales, muchas veces,
prima el criterio del tiempo que se lleva en una plaza sobre la formación y la especialización del profesional, y esto perjudica la calidad asistencial y promueve desigualdades en la atención.
Además, los
cuidados paliativos son los grandes ausentes en los contenidos curriculares de los estudios de grado de Ciencias de la Salud y Trabajo Social y en los ciclos formativos. Dar un decidido impulso a esta formación contribuirá a generar interés por la materia y a concienciar sobre la necesidad, cada vez mayor, de la atención paliativa a la población.
Durante los meses de la pandemia muchos enfermos han necesitado de profesionales que supieran dar respuesta a tantas necesidades no sólo físicas, sino psicológicas, espirituales y sociales que el confinamiento ha incrementado y que su enfermedad de base ya había provocado. La
soledad, la falta de recursos y el miedo a que el virus pusiera fin a sus vidas antes de tiempo se ha cebado con miles de personas que en ocasiones han estado solas. Además, las secuelas que el cuadro de
Covid-19 dejará en muchos afectados generará también la necesidad de atención paliativa a medio y largo plazo. Y para todo esto necesitamos a los mejores.
Los profesionales de los equipos de soporte realizan un gran esfuerzo para formarse por sus propios medios. Un esfuerzo que no siempre se ve reconocido, fundamentalmente, porque no se cuenta con ellos como base para crear una red amplia y de calidad que dé cobertura suficiente a todas las necesidades.
Por todo esto es tan n
ecesaria y oportuna la propuesta que el grupo VOX en Madrid presenta este jueves en la Asamblea de Madrid para crear la categoría especial de Médico Experto en Cuidados Paliativos y que ha de marcar el principio de un cambio. Un cambio que se extienda al resto de los miembros de los equipos de soporte y que asegure que aquellos que se enfrentan al largo camino de la enfermedad puedan disfrutar de su vida con esperanza, junto a los suyos, hasta el final.