Una vez más, los principales pilares de nuestra sociedad (Sanidad y Educación) vuelven a sufrir un duro revés oculto entre cortinas de humo estratégicamente distribuidas en los medios de comunicación y en las conciencias sociales. Como viene siendo habitual en los últimos años,
se reduce el PIB destinado a estos servicios, como parte del
Plan de Estabilidad de la Economía Española 2020. Es decir: el gobierno habla de crecimiento y mejoras por delante (¿no habíamos salido de la crisis?), mientras que “por detrás” nos clava un puñal que supone la
pérdida de un 0,2% en Sanidad (pasando del 6% al 5,8%) y en Educación (pasando del 4% al 3,8%), una noticia escasamente cubierta a nivel periodístico y que se está llevando a cabo impunemente sin que podamos hacer nada para cambiarlo.
Una reducción que
ataca a una cada vez más deteriorada Sanidad, que año tras año va reduciendo servicios, aumentando las listas de espera, estancándose en mejoras y en investigación, maltratando y ahogando a sus profesionales, así como generando crispación en la población general que ve cómo su sistema sanitario se va alejando poco a poco de la “universalidad” y de la calidad.
Al mismo tiempo, los colectivos sanitarios siguen luchando por sobrevivir con estos recortes frente a un
gobierno que no atiende a las agónicas necesidades materiales y humanas del Sistema Nacional Público de Salud. Recuerden el verano de 2017 donde se han vuelto a cerrar servicios por todos los hospitales españoles por falta de medios y de personal, véanse las infraestructuras obsoletas y anticuadas de muchos centros sanitarios o los centenares de quejas que se suceden cada día en redes sociales por parte de pacientes y de sanitarios que ven impotentes como se están “cargando la Sanidad” o, aún peor, véase la campaña que está realizando el Colegio de Médicos de Málaga en sus autobuses
frente a las agresiones a sanitarios bajo el lema “
Respétame soy tu médico, no me agredas, no me insultes, es delito”.
¿Cuándo se ha visto en España el índice actual de agresiones a sanitarios que tenemos en la actualidad? Influirán muchos factores, pero: ¿no son
los recortes en los últimos años los que han ido mermando paulatinamente la calidad de la Sanidad Española? ¿No es objetiva y acertada la relación causal entre ambas situaciones? Y todo esto irá a peor, ¡y tanto que irá a peor!
El panorama se presenta esperpéntico y cuesta arriba. Una situación que se está paliando con los
esfuerzos diarios de cientos de miles de profesionales que aguantan el chaparrón como pueden, que cuando critican o se rebelan son silenciados (o expedientados) y que soportan diariamente un cansancio físico, mental y espiritual que sobrepasa con creces lo que cualquier persona normal debería soportar.
Pueden parecer cifras porcentuales “poco preocupantes”, un 0,2% no es “nada” y tenemos que ajustarnos el cinturón para poder cumplir con ¿Europa?, pero lo cierto es que
una reducción de “décimas” supone cientos de millones de euros de dinero público a los sectores en los que sustenta la poca estabilidad que le queda al país.
Pero no debemos preocuparnos: ahora mismo lo importante es solventar nuestro día a día, las trifulcas entre los políticos, seguir absortos en los mensajes que nos lanzan desde los medios de desinformación, etc.
Sigamos mirando a otro lado hasta que lleguemos al hospital, cuando ya sea demasiado tarde y el que tenga la culpa, como siempre…sea el recortado, y no los recortadores.