La Organización Médica Colegial (OMC) siempre ha tenido la tentación de lograr una representación omnímoda de la profesión. A veces, ha ido más allá en sus competencias y ha invadido los ámbitos de sindicatos y mutuas sanitarias. En ocasiones, hasta ha intentado ocupar los cargos representativos de estas organizaciones e incluso lo ha llegado a conseguir. Pero, en realidad, cuando ha emprendido esta postura expansionista, siempre ha encontrado más resistencias que bienvenidas. Hemos vuelto a tener otro ejemplo con su nueva Oficina de Empleo, que entra de lleno en las funciones laborales propiamente sindicales. La respuesta de la CESM no se ha hecho esperar: contrariedad, disgusto y, lo que es peor, desconfianza hacia un socio y compañero de tareas en el Foro de la Profesión Médica. Bien disimuladas, las tentaciones pueden hasta ser inocuas, pero si se manifiestan, las consecuencias son inevitables y casi siempre negativas.