El primer discurso de Nochebuena de Felipe VI ha dejado un regusto agridulce en el sector sanitario. Y es que, aunque el monarca ha hecho una defensa del Estado del Bienestar como soporte de la cohesión social durante los años de crisis, resaltando el papel destacado de las asociaciones y movimientos solidarios, lo cierto es que se esperaba alguna mención más concreta al sector, quizá a la crisis del ébola, que sin embargo no se ha producido. Con todo, las palabras del Rey reclamando una lucha decidida contra la corrupción y un abordaje de la situación que atraviesan las relaciones de Cataluña con el resto de España, así como su preocupación por el volumen de paro que sufre el país, parecen haber dejado satisfechas a las fuerzas políticas y a los agentes sociales.