En el imaginario cinéfilo y popular patrio lleva tiempo instalada
esa película de Berlanga que narraba en tono de comedia (aunque tal vez no lo era) la esperada llegada a
España del dinero de
Estados Unidos para reconstruir las consecuencias devastadoras de la
guerra. Todo un pueblo se engalanaba como si fuera la fiesta de su patrón para recibir ese 'maná'. Algo parecido le está sucediendo al
Sistema Nacional de Salud (SNS), que se está acostumbrando a que, de cuando en cuando, el multimillonario
Amancio Ortega lo riegue con una lluvia de millones. Se habla mucho en el sector de la
infrafinanciación, del déficit, de la necesidad de renovar la tecnología, de las apreturas salariales de los profesionales, y los gestores se miran el bolsillo y luego a
Montoro a ver si hace alguna concesión. Pero ahora hay
una nueva fuente de ingresos. Bienvenido al
Sistema Nacional de Salud, Mr. Amancio.