La elección del nuevo ministro de Sanidad ha sido un culebrón intenso, sobre todo en las últimas 24 horas. El nombre de Susana Camarero era el que corría por el Partido Popular este martes como definitivo, como así destacó Redacción Médica. Pero está claro que Mariano Rajoy es un presidente que siempre sorprende: después de elegir dos figuras continuistas en Agricultura y Justicia tras las renuncias de Arias Cañete y Ruiz-Gallardón, ha sorprendido incluso dentro de su propio partido dando la responsabilidad a Alfonso Alonso. Sin duda, este gesto es significativo. Rajoy prefiere un político fraguado en varios ámbitos, aunque sea ajeno en principio al sector sanitario, con una imagen y unas maneras públicas muy apreciadas, lo que habla de la importancia estratégica que da a este departamento. Hay que recordar que en la primera ocasión que tuvo como presidente ya confió esta cartera a Ana Mato, una mujer del aparato del PP, muy cercana a él. Y ahora vuelve a apostar por esa fórmula. Ha ‘sacrificado’ a un muy buen portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados para dar respuesta a la crisis que abrió la semana pasada la dimisión de Mato. Con Alonso desde luego hay un ministro de Sanidad sólido para lo que resta de legislatura.