El relevo a
Carolina Darias en el
Ministerio de Sanidad ha venido con varias sorpresas bajo el brazo:
José Manuel Miñones será el primer farmacéutico que esté al frente del departamento, y desde luego no era uno de los favoritos para el cargo, una responsabilidad que parecía que pudiera seguir teniendo nombre femenino, como los de
Silvia Calzón o
Raquel Yotti.
Aunque tiene un perfil y notable trayectoria profesional ligada a la
Farmacia (sobre todo en el ámbito educativo),
Miñones es un hombre de partido, del
PSdG más concretamente. Por delante va a tener posiblemente medio año para gestionar un ministerio de mucho escaparate mediático, pero con buena parte de las competencias transferidas hace tiempo. Con un
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que lleva ya meses en clave preelectoral, pero que ha demostrado que puede llegar a acuerdos relevantes.
Un primer análisis de cómo va a ser este medio año de
Miñones invita a pensar que su nombramiento puede ser leído en clave electoral, pero no solo con la vista puesta en las Generales: y es que este
farmacéutico, que ha sido concejal, alcalde y delegado del Gobierno ya, se sitúa ahora como el mejor colocado para
liderar el PSdG para las siguientes
elecciones gallegas, que como muy tarde han de ser antes de verano de 2024 (se especula que el presidente de la Xunta,
Alfonso Rueda, las pueda hacer coincidir con las nacionales).
Ahí está el ejemplo de
Darias, que ha sabido aprovechar sus diferentes etapas de ministra (
Política Territorial y
Sanidad) para optar finalmente a una alcaldía estratégica como la de
Las Palmas de Gran Canaria. La sede del
Paseo del Prado también sirvió de trampolín a
Salvador Illa para liderar el PSC, en otro caso muy reciente.
El Ministerio de Sanidad ha servido ya de trampolín político para Carolina Darias y Salvador Illa, bajo el gobierno de Sánchez
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El quinto ministro de Sanidad en los cinco años de gobiernos encabezados por
Pedro Sánchez (a los antes citados hay que sumar a
Carmen Montón y
María Luisa Carcedo) aterriza en un escenario sanitario en el que la pandemia ya se quiere olvidar, con
mucha polarización política en torno a la sanidad, y con leyes aún en el parlamento, como la de los
ratios enfermeros, que el Ejecutivo de coalición parece dispuesto a sacar adelante como moneda de cambio en clave interna, sin que aún tenga tan siquiera una
memoria económica que la sustente.
¿Qué le pedirá el sector? Pues lo que se le pide a todos los ministros y ministras en estos casos. Que escuche las peticiones de cada uno. ¿Le dará tiempo a hacer algo? Seguramente, no.
Tal vez a esbozar alguna
intención electoral, y poco más.
En cualquier caso, bienvenido sea que parta de la situación de ser
profesional de la salud y que no necesite seis meses para aprender lo que es el
Sistema Nacional de Salud.