La tecnología sanitaria ha cambiado mucho en la última década y son muchas las innovaciones que plantean un futuro con una mayor calidad de vida para los pacientes. Sin embargo, la
falta de inversión y la obsolescencia del parque tecnológico instalado en nuestro país siguen siendo los problemas a los que debemos enfrentarnos de cara a los próximos años.
Todo ello añadiendo nuevos interrogantes como el
papel que va a tener el paciente o cual será la nueva
relación entre la industria y las administraciones en un nuevo contexto de sostenibilidad.
A lo largo de esta pandemia la tecnología sanitaria ha demostrado jugar un papel fundamental desde la producción de mascarillas, respiradores, exámenes diagnósticos en radiología, así como diagnósticos in vitro con test de antígenos, PCRs y un largo etcétera de
tecnologías y productos sanitarios al servicio de los pacientes y de los profesionales sanitarios.
Todos estos productos sanitarios son esenciales y muy necesarios para el correcto funcionamiento de la asistencia sanitaria pero infelizmente muchos de ellos son totalmente desconocidos por el público en general y en ocasiones por las administraciones. Este desconocimiento y la falta de inversión han llevado en los últimos años a un incremento de la obsolescencia de los equipamientos médicos instalados en nuestro país.
Estas tecnológicas deben actualizarse, ya que en caso contrario, su funcionalidad comienza a verse impactada por una baja eficiencia y la consecuente afectación para el paciente y el sistema sanitario.
Muy recientemente se ha vehiculizado por parte de la Administración un
plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (Plan INVEAT) dotado con 800 millones para la renovación de algunas tecnologías médicas y equipamientos que ha sido recibido muy positivamente en la industria, pero que dista de las recomendaciones que tanto algunas sociedades médicas como Fenin recogían en el último informe
'Perfil Tecnológico Hospitalario' publicado recientemente en el que se señalaba las tecnologías que precisaban de una renovación urgente y que estimaba una inversión de casi el doble.
Para poder mantener e incrementar la calidad del SNS y garantizar el acceso equitativo de los pacientes a tecnología innovadora es necesario continuar invirtiendo en la renovación del parque tecnológico, si no le damos continuidad en el tiempo considerando que
la gran mayoría de equipos que se están renovando ya están muy por encima de los 10 años de vida muchos de los equipos no renovados, en apenas unos pocos años, nos llevarán a tener la misma obsolescencia del parque tecnológico instalado en nuestros hospitales.
Necesitamos por lo tanto un Plan Nacional Integral, que sea sostenible a medio y largo plazo y que permita mantener nuestros hospitales con el nivel de inversiones necesarias como para afrontar la sanidad del futuro y acometer la imprescindible transformación integral y digitalizada del Sistema Sanitario.
Desde Fenin seguiremos trabajando para contribuir a crear una sanidad cada día más sostenible y equitativa dotada con las tecnologías más innovadoras, eficientes y seguras. Y para finalizar quiero reiterar nuestra disposición con la Administración central y las CC.AA. para trasladarles las recomendaciones para abordar el déficit tecnológico y asegurar una atención sanitaria de calidad.