Javier Leo. Madrid
El 23 por ciento de los españoles cree que en el sistema sanitario es una práctica extendida el ofrecimiento y la aceptación de sobornos, así como el abuso de poder en beneficio propio, según los resultados del Eurobarómetro sobre corrupción presentado esta semana por la Comisión Europea. La sanidad se encuentra en el ‘top 10’ de los sectores más corruptos de nuestro país, donde el 65 por ciento de los ciudadanos cree que la corrupción en general es ‘muy habitual’ o ‘bastante habitual’ (30 por ciento) en casi todos los estamentos sociales.
Fuente: Comisión Europea.
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En este ranking, el sistema sanitario se sitúa por detrás de los políticos (el 84 por ciento cree la corrupción entre ellos es algo común), los funcionarios que resuelven concursos públicos (44 por ciento), la empresa privada (48 por ciento), los bancos (62 por ciento) o la policía (41 por ciento). A pesar del mal dato, los responsables de la sanidad española pueden ampararse en que la cifra española es más baja que la media de la Unión Europea (UE), donde el 33 por ciento de los ciudadanos encuestados cree que las corruptelas en su sistema sanitario son habituales.
Asimismo, en España solo el uno por ciento de los ciudadanos consultados admite haber tenido que hacer algún ‘pago extra’ o un regalo de valor a un enfermero o a un médico, o hacer un donativo al hospital, aparte de las tarifas oficiales, para recibir la atención sanitaria deseada. Es decir, hay una importante percepción de abuso de poder dentro de la sanidad española, pero el porcentaje de la población que lo constata es prácticamente nulo.
De acuerdo con el informe sobre el tema presentado por el Ejecutivo europeo, el grueso de los sobornos en el sistema sanitario lo padecen Polonia, Eslovaquia y Hungría, donde el 13, el 14 y el 15 por ciento de sus ciudadanos, respectivamente, aseguran haber tenido que pagar un ‘extra’ para ser atendidos de forma diferenciada. En este sentido, la Comisión alerta de que la sanidad es uno de los sectores más “vulnerables” a los pagos ‘informales’ para la adjudicación de contratos públicos o por parte de la industria farmacéutica a los profesionales. A su juicio, las estrategias anticorrupción llevadas a cabo en los países de Europa del Este, donde el problema es más evidente, han tenido escaso impacto ante este desequilibrio estructural.
Inspectores de sanidad y servicios sociales, en el punto de mira
Del Eurobarómetro destaca además otro punto relacionado con la sanidad. El 36 por ciento de los consultados opina que los inspectores de sanidad y los de salud pública también aceptan ‘pagos en B’ por sus servicios, un punto por encima de la percepción europea (35 por ciento). Igualmente destaca la idea generalizada del fraude en la Seguridad Social y los servicios sociales, situación palpable para el 24 por ciento de los españoles y el 18 por ciento de los europeos.
ENLACES RELACIONADOS:
Acceda aquí al Eurobarómetro sobre corrupción
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