Enrique Pita / Imagen: Pablo Eguizábal. Valencia
El sector sanitario atraviesa una época de profundos cambios a la que no son ajenas las compañías del sector de tecnología sanitaria. Luis Campo, presidente de GE Healthcare aporta su punto de vista para esta transformación y analiza los problemas y realidades a los que la compañía busca solución como el incremento de la obsolescencia de los equipos, el mantenimiento de los mismos o la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación al sistema. Además, Campo reconoce que, en las circunstancias actuales de crisis económica, el factor precio no se puede obviar en los concursos públicos, aunque reconoce el peso de otros factores
En los últimos años el sector sanitario ha atravesado ciertas turbulencias. ¿Cómo valora esta situación?
España se encuentra claramente en un momento crítico dentro del desarrollo de su sistema de salud, fundamentalmente porque se enfrentan dos realidades. Por un lado, un incremento de la demanda, algo que no es único de España sino que previsiblemente vamos a ver en el resto de los países a nivel mundial, pero con una presión presupuestaria muy alta. En segundo lugar, tenemos un sistema de salud fantástico y no queremos renunciar a él, a su universalidad. Estas dos realidades obligan a trabajar de una forma mucho más eficiente que en el pasado.
“Trabajamos en tres pilares: el confort del paciente, mejorar el aspecto clínico y la optimización”.
Esto nos lleva, desde mi opinión, a cuatro áreas en las que se puede trabajar. Una primera sería la gestión de la demanda a través de programas de prevención, de salud; una segunda es la optimización de la oferta a través de los servicios, de la planificación ordenada de la tecnología. En tercer lugar situaría la involucración del clínico, porque no concibo que podamos buscar una solución para trabajar de forma más eficiente a sus espaldas, y de la misma forma seguramente para tocar los sistemas de contribución o compensación. Finalmente, y esta es en la que creemos que podemos aportar mucho desde GE Healthcare, es la aportación de tecnologías y soluciones que ayuden a la mejora clínica a la vez que a la optimización del sistema.
Hablaba de un aumento de la demanda y de la presión presupuestaria. ¿Hacer más con menos es realmente posible a corto plazo?
Creemos que sí. De hecho, nosotros estamos trabajando en tres pilares con una serie de ingredientes. Estos tres pilares vendrían a ser, por un lado, el beneficio del paciente en confort, el segundo vendría a ser la mejora del aspecto clínico y, en tercer lugar, la búsqueda de la optimización.
Todo esto aliñado con una serie de ingredientes, que son los que nosotros podemos ofrecer. Desde equipos de diagnóstico, de atención al paciente, a los sistemas de información como los sistemas de anatomía patológica digital, los pacs o algunas soluciones interdepartamentales. Además, la parte de biomarcadores, y todo esto, soportado por una plataforma de servicios y la división que tenemos en General Electric de financiación. Estos aspectos están paquetizados en soluciones que creemos que pueden dar respuesta a esas dos realidades enfrentadas que mencionaba. Por tanto, hay que seguir mejorando desde el aspecto clínico, desde el punto de vista de atención al paciente y, por otro lado, buscando la eficiencia.
¿Se percibe diferencia a la hora de encarar estas soluciones en función de la situación de cada autonomía o, yendo más allá, desde el sector público y el sector privado?
La percepción es la misma allá donde vayamos, llámese público o privado o cualquier autonomía. Quizá la forma de afrontar estos proyectos o estas prioridades sí difiere en función de donde estés.
En muchas ocasiones he comentado que España no deja de ser un laboratorio de ideas donde ves cómo una autonomía está intentando afrontar un reto de una forma mientras que otra lo hace de manera diferente. Son distintos experimentos que convergen en la misma dirección, que es la búsqueda de la eficiencia y de mantener el sistema sanitario que tenemos.
¿Están teniendo en cuenta las administraciones públicas la opinión, la forma de ver el futuro, de las compañías del sector?
Sí, sin lugar a dudas. Hay mucha más receptividad por parte de las administraciones para trabajar en aras de un programa común de lo que la ha habido en el pasado.
¿En qué situación está el sector de diagnóstico por imagen?
“La obsolescencia se ha ido agravando con el tiempo, pero se están buscando fórmulas para resolverlo”.
Hace poco la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) hizo públicos una serie de datos en cuanto a los equipos de diagnóstico por imagen que tenemos en España que a su vez venían refrendados por un estudio del Comité Europeo de Coordinación de la industria Radiológica, Electromédica e IT Sanitaria (Cocir) a nivel europeo. Este es un estudio que se publica cada dos años aproximadamente y según el último, que emplea datos de 2011, se observa que España, en cuanto a número de equipos por habitante, se encuentra aproximadamente en la media europea. Sin embargo, en cuanto a la antigüedad de estos equipos sí se veía que estamos varios puntos porcentuales por encima, es decir, los equipos son más antiguos que la media europea. Esta situación se ha ido agravando con el tiempo, y hoy esto es una realidad, un problema, del que todas las administraciones públicas tienen conciencia y están buscando fórmulas para poder resolverlo.
Nosotros estamos trabajando con la administración en diferentes fórmulas para el remplazo periódico de esa base instalada, para la actualización de esa tecnología.
En paralelo, estamos trabajando en otros proyectos, en muchos casos relacionados con el tratamiento de la imagen. En este sentido, Valencia es un ejemplo, ya que el año pasado pusimos en marcha un proyecto en el que se daba esa circunstancia a la que me refería, hay una mejora clínica para el paciente y a la vez había una optimización del gasto. Es un proyecto en el que solamente mediante el gasto operativo proyectado durante cinco años se podía remplazar todo el sistema de pacs de la comunidad al tiempo que había un ahorro de unos quince millones durante estos años. Por lo tanto, se pueden dar las dos circunstancias: mejora y ahorro a la vez. Eso sí, trabajando de forma muy cercana con las administraciones.
Hablaba del incremento de la obsolescencia. ¿Perciben que esta realidad ha traído como consecuencia una mayor preocupación por el buen mantenimiento de los equipos o las administraciones lo han dejado de lado?
En general los equipos se siguen manteniendo y se sigue haciendo a un nivel muy alto. Es cierto que quizá se están buscando fórmulas diferentes a las que se empleaban, o bien fórmulas más flexibles o bien que aúnen más equipos para intentar ofrecer una propuesta que no solo cuente con una economía de escala sino que además ofrezca un único interlocutor para dar esos servicios.
Desde este punto de vista del mantenimiento de los equipos, ¿qué ofrece GE Healthcare?
Evidentemente donde nos sentimos más cómodos es manteniendo nuestros propios equipos. Tenemos una capilaridad importantísima de ingenieros en los que invertimos muchísimas horas de formación y con un altísimo reconocimiento del mercado.
Dicho esto, hace unos años empezamos a observar una demanda, nos lo pedía el propio mercado, para el servicio de mantenimiento de otras compañías en el caso de diagnóstico por imagen, y a día de hoy General Electric es el proveedor número uno de mantenimiento multimarca en diagnóstico por imagen a nivel mundial.
Para esto se tienen que dar dos máximas. Una, que tengamos la capacidad de formación adecuada, y por otro lado, que tengamos la logística para los repuestos. A partir de ahí nosotros abordamos esta área y tenemos una tradición de muchos años haciéndolo. Hemos observado que en algunos hospitales o comunidades autónomas existe una tendencia para paquetizar los equipos de diagnóstico, determinadas tecnologías y equipos de electromedicina, y ahí nosotros también hemos entrado, si bien es cierto nos dedicamos a aquello en lo que nos consideramos fuertes. Hay otras compañías que son más fuertes en el campo de la electromedicina de cualquier tipo de fabricante y por tanto abordamos este tipo de proyectos en unión con otra compañía.
Hablaba de una demanda, ¿pero se aprecia una tendencia en las administraciones a sacar a concurso público el mantenimiento de todos los equipos del hospital?
Como decía, nuestro servicio viene como respuesta a una demanda, y así nos hemos adaptado a esa necesidad. Creemos que en ocasiones o para determinadas modalidades tiene sentido, pero quizá para otras lo tiene un poco menos. En definitiva, nos hemos ido adaptando a lo que era una demanda del mercado.
“Desde hace años el mercado demanda el servicio de mantenimiento de equipos de otras compañías”.
El sector está apostando por las tecnologías de la información y la comunicación. ¿En qué posición se encuentra GE Healthcare en este sentido?
Muy fuerte, y lo digo desde el punto de vista de que creemos que los sistemas de información pueden ser el catalizador de la eficiencia en muchísimos casos y como tal creo que hay mucha receptividad en nuestro mercado.
Desde GE trabajamos fundamentalmente en dos o tres áreas. Tradicionalmente hemos tenido una presencia muy fuerte en el tratamiento de la imagen radiológica, donde sirve como ejemplo el que antes comenté de la Comunidad Valenciana. Evidentemente esto es otro idioma, porque son sistemas que funcionan en la nube, con sistemas de postprocesado completamente diferentes y mucho más avanzados, fórmulas de contratación diferentes, etc. Es decir, un área evolucionada pero ya con una tradición muy importante.
El segundo capítulo es mucho más reciente: la anatomía patológica digital. Aquí entramos en la imagen de estos departamentos al igual que en los de radiología. Por primera vez hemos introducido una solución que permite comprimir la imagen hasta el punto de que se puede trasladar, lo que hasta ahora había sido el gran cuello de botella para la implantación de estas soluciones. Estamos empezando algunos proyectos de estas características en España, y estamos convencidos de que va a ser el nuevo paradigma.
Por último, también estamos apostando por las soluciones interdepartamentales o de determinadas patologías como puedan ser cardiología o para la gestión de quirófanos. En este sentido, todavía a día de hoy hay muchos quirófanos que se están gestionando con la pizarra, y sin menoscabo de la eficiencia que puedan tener, estoy convencido de que hay formas más eficientes de hacerlo en un área que, además, es una fuente de potencial gasto muy importante en cualquier sistema hospitalario. En este sentido, tenemos un ejemplo en Escocia, donde la mitad de los quirófanos de la administración pública están gestionados con esta solución, y la experiencia ha sido muy positiva desde el punto de vista de la eficiencia.
Los sistemas sanitarios están demandando soluciones para esos problemas de eficiencia de los que hablábamos. ¿Se plantea GE Healthcare entrar como socio, en alguna medida, dentro de los hospitales?
Depende de lo que definamos como socio. Desde luego no está en la hoja de ruta poner hospitales u ofrecer servicios clínicos a los pacientes, pero sí es cierto que nos consideramos socios en la relación que tenemos con algunos grupos hospitalarios, con algunas administraciones o con algunos hospitales.
Un claro ejemplo es Son Espases, donde tenemos un contrato de colaboración de ocho años de duración que abarca mucho más que la mera sustitución de equipos o una fórmula financiera. Esta relación nos lleva a buscar juntos fórmulas de maximizar la utilización de los equipos o a desarrollar diferentes áreas. Además, va ligado a compensaciones en función de la actividad, etc. En definitiva, son fórmulas de colaboración que queremos creer que nos acerca a ser socios en algunos casos.
¿Este nivel de colaboración existe también con las sociedades científicas?
Tenemos relación con todas ellas, pero es cierto que a la hora de entrar en soluciones concretas acudimos más a las administraciones o a los hospitales en cuestión.
¿Cuáles son las perspectivas de la compañía para 2014?
Creemos que positivas. Es verdad, y no podemos obviar, que sobre todo en 2012 empezamos a ver un decaimiento importante del mercado. Por suerte, y debido a los diferentes ingredientes que he comentado antes, esa caída pudimos compensarla con otras líneas de negocio. Por poner un ejemplo, es cierto que la inversión en equipos podía haber bajado, pero por otro lado sistemas información pudo haber subido y compensado gran parte. Tenemos los servicios de mantenimiento, medios de contraste, en definitiva, fuimos capaces de amortiguar esa caída.
En 2013 vimos, sobre todo en la segunda mitad, que esa caída iba llegando al menos en la inversión en tecnología y somos conscientes de que la administración pública conoce la obsolescencia que tenemos en el parque tecnológico español, y como tal se están buscando soluciones. Estamos convencidos de que vamos a ser capaces de encontrar el traje a medida para cada administración o para cada grupo hospitalario.
Tenemos muchos productos y soluciones innovadoras, y estamos convencidos de que tienen mucha cabida en el mercado y que seremos capaces de incorporarlas a corto plazo.
No podemos dejar de hablar de la deuda de las administraciones que afecta al sector en su conjunto. La deuda histórica durante un tiempo no paró de crecer, y si bien desde 2012 el plan de pago a proveedores parece que ha paliado un poco la situación, lo cierto es que al día siguiente de efectuarse los pagos la deuda ha seguido creciendo. ¿Cómo observa esta situación? ¿Qué soluciones considera que deberían adoptarse, más allá del evidente, que es el pago de la deuda?
El tema de la deuda es recurrente, y sobre todo lo es a la hora de tener que explicar a nuestros mayores el por qué. Es verdad que es difícil de explicar. Recogiendo datos de Fenin, en los últimos diez años, incluso cuando España estaba en una situación de superávit, el pago se hacía a 200 días. A partir de ahí es difícil explicar cómo en una situación económica boyante se esté en esa realidad. Es cierto que el problema se fue agravando, y creemos que ha habido una voluntad clara del Gobierno para buscar una solución, pero también es cierto que el comportamiento de cada autonomía es diferente.
“El plan de pagos supuso un alivio muy importante, pero a partir de ahí ha vuelto a acumularse deuda”.
Quizá no es bueno generalizar, pero es verdad, como bien has descrito antes, que el plan de pago a proveedores supuso un alivio importantísimo, pero a partir de ahí se empieza a acumular otra vez. Esto no es sano, y no lo es entre otras cosas porque al final esto tiene un precio, y muchísimos de los proyectos de renovación tecnológica que va a haber que abordar van a requerir financiación, y en un entorno en el que la deuda se está incrementando y no se están respetando los plazos de pago teóricamente avalados por la ley, se va a encarecer el precio del coste de la financiación, y al final estamos saliendo todos perjudicados.
Estoy convencido de que hay una clara voluntad por parte del Gobierno para buscar una solución y simplemente espero que se acabe materializando.
¿Los concursos públicos siguen incluyendo el factor precio como determinante para su resolución?
En cuanto a los sectores en los que opera GE Healthcare, hay distintas tipologías: equipos, servicios, sistemas de información…Seguramente cada librillo es diferente. En todo caso, sí, sigue siendo así, pero es normal, y en el contexto en el que estamos obviar el precio sería una temeridad. Es verdad que tiene un peso importante, pero estamos convencidos de que tiene que haber otros factores y como tal están representados en altísimo porcentaje en los concursos públicos que vemos, donde hay otra serie de valores que priman por encima del público. Seguramente el balance se ha inclinado en los últimos años hacia el precio, pero es cierto que por suerte sigue habiendo otras variables que siguen siendo consideradas en los concursos.
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