Laura G. Rueda / Madrid
Las medidas de conciliación no son algo exclusivamente femenino, sin embargo, la ausencia de corresponsabilidad en lo relativo a tareas domésticas provoca que, en muchos casos sean las mujeres las perjudicadas por la ausencia de medidas de conciliación, máxime cuando se habla de un sector tan feminizado como el sanitario.
Pilar Bartolomé.
|
Según datos aportados por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), de media, el 60 por ciento de las plantillas de hospitales son mujeres, sin embargo, estos centros no cuentan con guarderías para empleados, tal y como destaca Pilar Bartolomé, secretaria general de Salud Laboral de la confederación. No es que las guarderías solo sean útiles para las madres, de hecho, las medidas de conciliación como ésta benefician a hombres y mujeres por igual, tal y como recuerdan desde CESM, pero lo cierto es que cuando faltan, quien acusa su inexistencia todavía es la mujer.
Así lo apunta Encarna de Maza, secretaria de Organización del sindicato de enfermería Satse en Euskadi, que recuerda que, “a pesar de que muchas de las profesionales de la salud tienen estudios superiores, siguen siendo ellas las que se reducen la jornada de trabajo o abogan por la excedencia para el cuidado de menores y mayores”. Según Maza, los motivos que hay detrás de esta elección son dos: la falta de estímulos que motiven a los varones a acogerse a medidas de este tipo, ya que consideran que frena su desarrollo profesional, y unos estereotipos muy arraigados que hacen que la sociedad presione a la mujer para que se ocupe de la crianza.
En la misma línea, el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España, Ignacio Buqueras, alude a las extensas jornadas laborales que rigen en España como “horarios machistas”, dado que, en su opinión, son las mujeres y los niños quienes más los padecen. “La mujer ha entrado hace muchos años ene l mercado laboral pero, sin embargo, el hombre todavía no lo ha hecho en el hogar. No es concebible que en el siglo XXI la mujer deba enfrentarse a dos trabajos y el hombre mayoritariamente no practique la corresponsabilidad”, destaca.
Ignacio Buqueras.
|
Según Buqueras, hasta que no se de la corresponsabilidad, la situación no mejorará. “¿Cuántas mujeres dicen, ‘aunque cobre menos, esto me permite conciliar’ cuando se reducen la jornada?”, plantea mientras recuerda que esto, unido a las reuniones a las 6 y 7 de la tarde, disminuyen las posibilidades de las féminas de progresar en el trabajo y acceder a puestos de mayor responsabilidad.
Desde CESM, Bartolomé apunta, además, que soluciones como la reducción de jornada hacen que la mujer salga perjudicada no solo en lo relativo a la pérdida de oportunidades, sino también en su cotización, ya que sacrifica horas laborales para dedicarlas al cuidado de la familia, por ello apunta que los contratos de tiempo parcial no pueden ser considerados una medida de conciliación y las bajas de maternidad deben ser compartidas.
La secretaria de salud laboral del CESM hace hincapié, además, en que el horario “atípico” que suelen tener los profesionales sanitarios –con turnos rotatorios y guardias obligatorias–, son un obstáculo extra para lograr la conciliación entre vida personal y profesional que sí se da en otros países. Como soluciones, desde la confederación de sindicatos abogan por flexibilidad horaria y en la jubilación, y los bancos de tiempo.
Mercedes Ferro.
|
Hay mucho camino por recorrer en este sentido, tal y como apuntan desde Satse, que asegura que “las medidas para alcanzar la conciliación de la vida familiar y laboral en el sector sanitario público o privado son escasas y solo se dan en la medida en la que son una obligación legal, principalmente, reducciones de jornada y excedencias”. “El sistema sanitario es ajeno a toda esta problemática –en relación a la doble jornada de trabajo que asumen muchas de sus profesionales al trabajar dentro y fuera de casa–, ya que, a pesar de la infinidad de compromisos y buenas intenciones para garantizar la igualdad efectiva de hombres y mujeres, en la práctica se dificulta la aplicación de medidas para lograrlo”, añade.
Una visión algo diferente es la de la Asociación de Directivos de Enfermería (ANDE), cuya vicepresidenta, Mercedes Ferro, explica que, aunque hay mucho que hacer para mejorar, en la actualidad existen posibilidades impensables hace treinta años aunque, eso sí, “siempre a cambio de algo”, como puede ser sacrificar parte del desarrollo profesional.
Sacrificar conciliación por vocación
Vistas las dificultades para la conciliación que presenta el sector sanitario y las consecuencias que esto supone para las mujeres que trabajan en él, surge la siguiente pregunta ¿ por qué es un sector mayoritariamente femenino? ¿Por qué atrae tanto a la mujer? La respuesta a este interrogante se encuentra, según los profesionales consultados, en la vocación.
Francisco Mesonero.
|
Ferro señala que, el rol profesional influye más que la conciliación, “nos sentimos muy cómodas en el rol de cuidado” que caracteriza estas profesiones. Es más, en su opinión, “hasta hace una década para la mujer ejercía más fuerza la vocación y el deseo de no renunciar a ella, aunque estuviera en un periodo de cuidado, que la conciliación”, en estos momentos, apunta, “ambas son compatibles”.
Y es que, tradicionalmente, cuando a los niños y niñas se les pregunta “¿qué quieres ser de mayor?”, tal y como indica el presidente de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, ellas siempre responden médico, veterinaria, profesora, etc., todas profesiones relacionadas con la asistencia y la benevolencia, mientras que ellos se decantan por otras con mayor reconocimiento. Estas preferencias permanecen en la edad adulta y juegan, a menudo, en contra de la mujer al hacer que elija trabajar en un sector como el sanitario, pese a que pueda suponer un obstáculo a la hora de conciliar.
ENLACES RELACIONADOS:
REVISTA MÉDICA / Mamá quiero ser doctora (y directiva)
El Plan Estratégico de Igualdad facilitará a las mujeres “no tener que decidir entre la maternidad y el desarrollo profesional”
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.