Debe facilitarse el acceso a las plazas para paliar el déficit de profesores clínicos



28 oct. 2014 17:00H
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Hiedra García Sampedro / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Madrid
La regulación sobre el profesorado de Medicina y sobre los hospitales universitarios ha quedado obsoleta y necesita adaptarse a un nuevo escenario marcado por el crecimiento del número de facultades en los últimos años. Las universidades piden medidas urgentes para facilitar la carrera docente a facultativos de ciertas áreas clínicas con el objetivo de paliar el déficit en sus plantillas y seguir garantizando la calidad de la formación en Medicina. Los expertos reunidos por Redacción Médica apuestan por proyectos “creativos” para solucionar la falta de profesores, como adaptar las figuras docentes que ya hay, concursos horizontales de traslados, trasvase de la tasa de reposición entre sectores afines o adaptar los requisitos de acreditación a la realidad de los facultativos.

Joaquín García Guerrero, gerente del Servicio Extremeño de Salud; Hiedra García Sampedro, periodista de Sanitaria 2000; Ricardo Rigual, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina; y Carlos Vidal, jefe del Gabinete de la Secretaria General de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.


Joaquín García Guerrero, gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES): En Extremadura necesitábamos renovar la plantilla docente -por la jubilación en los últimos años de una gran cantidad de profesores titulares y catedráticos-, y ampliar del edificio de la facultad. No tenemos más remedio que ponernos todos de acuerdo para solucionar estos dos grandes problemas. La carencia de instalaciones adecuadas está en vías de solución, a través de la cesión de un espacio de 1.500 metros cuadrados del Hospital Universitario de Badajoz, es un proyecto que suple a uno anterior que era desorbitado. Hemos convocado dos comisiones entre la universidad y el Servicio Extremeño de Salud, una para tratar específicamente el tema del profesorado, y otra sobre el edificio. Debemos ponernos de acuerdo porque si no esto tiene una solución muy difícil.

Ricardo Rigual, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina: La situación del profesorado asistencial vinculado en los cursos clínicos es dramática porque la plantilla está envejecida, a lo que se añade las dificultades para su renovación. Parte del problema es la falta de atractivo para que los facultativos se incorporen al mundo de la universidad, y por otra parte, no se lo ponemos fácil, acceder es complicado. No significa que haya que bajar los niveles, sino adecuar las figuras y crear a lo mejor alguna adicional.

Carlos Vidal, jefe del Gabinete de la Secretaria General de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: No podemos continuar con la tasa de reposición del 10 por ciento de forma ilimitada. Respondía a una situación económica de la cual parece que estamos saliendo, así que lo normal es que ahora sea más flexible. En el caso de las plazas vinculadas, es un problema acuciante porque hay facultades de Medicina en este momento que ya no tienen profesores para determinadas materias. El aumento de la tasa de reposición al 50 por ciento va a solucionar en parte el problema aunque sigue habiendo una limitación importante en la contratación. Así que desde el Ministerio de Educación estamos buscando otras vías, como la posibilidad de concursos de traslados horizontales entre universidades, para que las facultades puedan solucionar sus necesidades de profesores. Otra vía sería el trasvase de la tasa de reposición dentro de sectores similares. En cuanto a las dificultades para el acceso, estamos desarrollando un proyecto de real decreto de reforma de la acreditación, para que los baremos se adapten mejor a cada una de las especialidades. Ahora mismo solo hay cinco grandes comisiones en la Agencia Nacional de la Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), pero hemos previsto que haya alrededor de 20, por áreas de conocimiento más específicas.

Joaquín García Guerrero: En nuestro caso, en los últimos 15 años no se había producido ninguna acreditación de profesores titulares en la facultad, por distintos motivos, por falta de atractivo, o porque se ha frenado a los que quieren entrar. Sin embargo, desde que comenzamos los trabajos para buscar soluciones, llevamos cinco acreditaciones, cuatro en estos dos últimos años y otra próximamente. Además, estamos haciendo una promoción intensa para que los profesionales jóvenes hagan la tesis, para que se integren en las plazas que no están afectadas por la tasa de reposición.

Ricardo Rigual: Las dificultades para conseguir un profesorado adecuado limitan la calidad de la enseñanza. Tenemos gente acreditada, es verdad, pero el problema es que están en nichos  y es difícil la movilidad.  En áreas quirúrgicas es más difícil porque añadir: tienen menor tradición investigadora. Por esta razón, me parece estupendo el plan de movilidad horizontal propuesto por el ministerio. Sin embargo, para que alguien se mueva, hay que ofrecerle condiciones mejores que las que tiene en su puesto actual.  Además de catedrático y profesor titular vinculados  existe otra figura, el profesor contratado doctor vinculado pero es una figura que no tiene éxito, hay que mejorarla. Creo que una buena idea sería establecer una etapa más sencilla de acreditación que la de profesor titular, para que así los facultativos puedan iniciar su carrera docente. Pero es necesario también que  las  plazas vinculadas se corresponda con el adecuado nivel asistencial. No es lógico que un jefe de servicio acreditado a profesor titular vinculado al ocupar una plaza vinculada en una facultad esta sea con nivel de licenciado especialista.

Carlos Vidal: Lo primero que debe salir adelante es la enmienda a los presupuestos generales que se está tramitando en el Parlamento para que pueda haber esa movilidad. Ofrecer algo más a los facultativos depende de las comunidades autónomas, que son también conscientes del problema. Se están tomando medidas, y todas en su conjunto acabarán dando fruto para garantizar la calidad de la enseñanza y que la ratio profesor-alumno sea razonable y adecuada.

Joaquín García Guerrero: En la comisión paritaria Universidad-SES colaboramos y vemos la disponibilidad de profesores sobre todo en las prácticas clínicas. No solamente los alumnos de Medicina van a un hospital universitario, también los de Fisioterapia o Enfermería. Llega un momento en el que la asistencia se ve comprometida. Tenemos un número importante, aunque no excesivo, de profesionales que se han acreditado como contratados doctores, pero ya son mayores, es decir, están por encima de los tres años posteriores a la especialidad, a quienes se les pone freno y no se pueden vincular. Tenemos recambio, pero se les ha pasado el plazo.

Ricardo Rigual: Una cosa es la normativa general a aplicar en toda España, pero existen limitaciones en los convenios de cada gerencia regional con cada universidad. La dificultad más importante para que la carrera docente no sea del gusto de los profesores contratados doctores acreditados es que las plazas a ocupar tengan un régimen laboral, incluso a veces, con menor salario. Echamos de menos una figura de acceso más sencillo, una intermedia entre el titular y el asociado, para que así  los jovenes facultaivos  vean factible acceder a ese tipo de plazas.

Carlos Vidal: Para buscar esa solución, desde Educación tendríamos que establecer un marco, pero como afecta al personal estatutario, tiene que ver también con Sanidad. La articulación jurídica no es fácil, quizás habría que introducir un matiz en la Ley Orgánica de Universidades (LOU). En todo caso, habrá que ver si es factible jurídicamente sin tocar esa ley, buscar un tipo de contratado doctor que no le exija al estatutario perder su condición ni su salario. Habrá que ser creativos. Tenemos que hablar con sanidad y ver qué se puede hacer, porque hay que tocar la regulación de los vinculados y quizás la LOU.

Joaquín García Guerrero: Por un lado, ha habido una actitud muy endogámica por parte de las facultades de Medicina, y por otra parte, una falta total de valoración por parte de los servicios de salud de lo que significa la carrera docente. Los hospitales no han incentivado la realización de tesis entre sus profesionales. Eso no debe ser así, en Extremadura queremos cambiar los baremos de nuestras pruebas de selección y provisión al SES, para incentivar que los profesionales tengan también trabajos y publicaciones. Creo que no puede estar reñido el liderazgo clínico con el científico o el docente, todo hay que aunarlo, y debemos encontrar la manera de que esté reconocido.

Ricardo Rigual: Cada vez escuchamos más a menudo por parte de las consejerías de sanidad el apoyo a la docencia, y nos agrada. Son perfectamente conscientes de que formar buenos médicos significa que en un futuro tendremos buenos profesionales y un buen sistema sanitario. Vale la pena invertir en docencia y en el reconocimiento del profesional. Los sistemas de salud deben reconocer la labor docente e investigadora, y la Aneca o Educación deben reconocer la labor asistencial; confluimos en el mismo objetivo, en que un profesor vinculado debe tener las tres facetas cubiertas. No significa que todos debamos ser magníficos investigadores y tener el mismo perfil, sino que son necesarios unos mínimos, un equilibrio. En este sentido, el proyecto de la Aneca de modificar los requisitos de los baremos es un paso adelante, porque se da más importancia a la labor asistencial, aunque falta desarrollarlo y ponerle números. Será una estimación más cualitativa y menos cuantitativa.

Carlos Vidal: En el proyecto de la Aneca en una primera parte, se han marcado unas pautas generales para cada comisión, las cuales fijarán los umbrales concretos para cada área de conocimiento. Habrá una comisión propia de Medicina, no una general de Ciencias de la Salud. Los umbrales se publicarán en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y habrá un periodo para que quien quiera pueda impugnar los baremos y mejorarlos. En cuanto a la figura del contratado doctor, es verdad que nos puede encorsetar, aunque en algunas comunidades como en Madrid o en Aragón, ha permitido un desahogo a las facultades.

Otro proyecto en el que estamos trabajando es el de creación y reconocimiento de universidades, en el cual introducimos la posibilidad de que un hospital tenga solamente una titulación de Medicina vinculada, aunque puede haber convenios específicos para prácticas de otros titulados.

La Aneca debe medir la calidad, y en la medida en que no se están reponiendo las plantillas, la calidad puede verse afectada. Pero la Aneca no puede revocar una acreditación inicial, más teniendo en cuenta la situación de los últimos años de limitación de la tasa de reposición. La tasa se quiere aumentar porque ya hemos llegado a los niveles en los que se están poniendo en duda los niveles de calidad de la docencia. Pero es verdad que finalmente, todo depende de Hacienda o la Unión Europea.

Ricardo Rigual: Estamos de acuerdo con  el borrador comentado de decreto de creación y reconocimientos de universidades. La normativa que se está aplicando es de 1986, pero en aquel momento el problema del excesivo número de universidades no existía, no había privadas, solo la Universidad de Navarra, así que se necesita una adaptación a la situación actual. El horizonte lo tenemos claro, una sola titulación de Medicina para un hospital universitario. Por otra parte no es lo mismo formar a un especialista que a un graduado, el perfil de docente que estamos buscando es diferente y las competencias son distintas. No todo el personal asistencial está capacitado. Aunque no se ha modificado desde 1986, la figura del vinculado está vigente porque si la cantera de profesores es el hospital, lo ideal es que haya una figura que vincule a la universidad con el hospital pero es necesario adaptar esa figura.

Joaquín García Guerrero, Ricardo Rigual y Carlos Vidal han participado en el Debate de Redacción Médica.


Joaquín García Guerrero: Estoy de acuerdo, no todo el mundo por estar en un hospital universitario puede dar docencia. Pero sí sería lógico que la mayor parte del personal esté dedicado a la docencia. Es necesario esa figura nueva que podemos llamar ‘vinculado.0’, adaptada a los nuevos tiempos, porque sí creo que la figura de profesor vinculado cumple con su cometido a pesar de tener algunos defectos. El integrar el segundo ciclo en materias clínicas va a facilitar unir el trabajo asistencial con el docente para el profesor vinculado. La docencia y las prácticas se quedarían muy limitadas si solo las dejáramos en manos de asociados.

Ricardo Rigual: Un hospital universitario no sólo se define por tener vinculados y nos estamos olvidando de los asociados, que hacen una labor muy importante. La mayoría de la plantilla de un hospital universitario debe estar a  disposición para la docencia pregraduada. En muchas ocasiones, la figura del asociado está salvando a las facultades de Medicina. De todas formas, lo que necesitamos son vinculados, y la subida de la tasa de reposición va a facilitarlo, aunque hay que tener cuidado porque puede suceder que tengamos plazas que ofertar, pero no gente con la que cubrirlas. No solo es tener la plaza, sino el candidato idóneo que cumpla los requisitos y a quien le parezca atractiva esa plaza. Es un problema que el establecimiento de la tasa de reposición del 10 por ciento ha agudizado.

CONCLUSIONES:

Carlos Vidal: Es verdad que la tasa ha supuesto un límite añadido a todo el problema inicial. Su aumento va a ayudar, aunque no por igual en todas las universidades porque hay algunas con una media de edad más elevada y otras más jóvenes. Es necesario tomar medidas complementarias como buscar mecanismos de promoción interna que no computen dentro de la tasa de reposición. Todos somos conscientes de que hay un problema y vamos a trabajar para que se solucione lo más rápido posible. En general, con nuestros matices, hemos demostrado estar de acuerdo en lo fundamental.

Ricardo Rigual: Representantes del ministerio, de los servicios de salud y de las universidades diferimos muy poco en nuestras apreciaciones. Somos conscientes todos de que hay que dar una solución urgente: adaptar la figura del vinculado o crear una nueva y modificar los criterios para la acreditación. La nueva figura docente debe estar a media distancia entre el asociado laboral y el profesor vinculado titular. Todo no se puede hacer a la vez, pero debemos abordar aquellos puntos que necesiten una adaptación urgente.

Joaquín García Guerrero: Tres de las instituciones implicadas estamos en la vía de intentar solucionar el problema. Las administraciones públicas debemos trabajar para facilitar las soluciones y si una reglamentación está obsoleta o no sirve, cambiarla. Anteriormente se consideraba al profesional docente de un hospital como un estorbo porque estaba interfiriendo en la asistencia. Desde el SES, estamos promoviendo la investigación y la docencia, porque al final sabemos que apostar por el conocimiento es lo que da resultados. Hay que pensar a largo plazo, porque ya estamos escarmentados de las medidas cortoplacistas.
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